Labores de preparación de alimentos junto con limpieza y mantenimiento de bienes son las dos actividades que concentran más de la mitad del valor económico del trabajo doméstico no remunerado.
Por Revista Summa
El trabajo doméstico no remunerado (TDNR) en nuestro país tuvo un valor económico de ₡9,6 billones en el año 2022, equivalente al 21,4% del Producto Interno Bruto. De dicha estimación, las mujeres aportaron a sus hogares el doble del valor económico del TDNR comparado con los hombres (67,2% y 32,8%, respectivamente).
Cinco actividades concentran el 87% de ese valor (ver gráfico 1): preparación de alimentos (30,5%); limpieza y mantenimiento de bienes (25,8%); cuidado de la niñez (13,3%); compras, pagos o trámites del hogar (8,8%); y limpieza y mantenimiento de vestido (8,7%). Los datos fueron divulgados por el Banco Central de Costa Rica (BCCR), este jueves, en la presentación de resultados de la cuenta del trabajo doméstico no remunerado, con año de referencia 2022, la cual proporciona información sobre la valoración económica de las labores que realizan los miembros del hogar en actividades productivas para su autoconsumo.
Esta cuenta es una ampliación del marco central de las cuentas nacionales y permite visibilizar el valor de la producción de los servicios no incluidos en las cuentas nacionales.
En otros resultados de la cuenta del TDNR para el año 2022, la zona urbana representó un 73,2% del valor económico total, y el restante 26,8% correspondió a la zona rural. Las personas con secundaria aportaron el mayor valor económico (41,3%), seguido de primaria (33,6%) y, por último, las que tienen educación superior (25,1%).
Por otra parte, el valor económico del TDNR es mayor en las personas casadas o en unión libre (54,7%), en segundo lugar, las personas solteras (26,5%) y finalmente las personas divorciadas, separadas o viudas (18,8%). En cuanto a la posición en el mercado laboral, las personas que están fuera de dicho mercado son las que generan mayor valor en el trabajo doméstico no remunerado con 48,9%, luego las ocupadas con 47,3% y, por último, las desempleadas con 3,8%. Sin embargo, en promedio, las personas fuera de la fuerza de trabajo y desempleadas generan 1,5 veces más valor que las ocupadas.
Por quintil de ingreso, las personas del primer y quinto quintil son las que generan mayor valor por TDNR (21,2% y 20,7%, respectivamente). Entre mayor es el quintil de ingreso, menor es el valor del trabajo doméstico no remunerado generado por las mujeres; lo contrario ocurre para el caso de los hombres.