La demanda de Nueva York busca recuperar el dinero invertido hasta ahora en refugio, comidas y educación para los niños y otra asistencia que se les provee.
Por EFE
La Administración del alcalde de Nueva York, Eric Adams, presentó este jueves una demanda contra 17 compañías de autobuses chárter que durante cerca de dos años han transportado a migrantes desde Texas a la ciudad, y les exige 708 millones de dólares para cubrir los costes de su cuidado.
La acción legal surge luego de que ayer, el acalde advirtiera que estaban evaluando todas las posibilidades para enfrentar la acción de las compañías de autobuses, que están llevando a los migrantes al vecino estado de Nueva Jersey para que desde allí viajen a Nueva York, y así evadir una orden ejecutiva de Adams que impone hora y días precisos para los viajes chárter de migrantes.
El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, ha enviado a unos 33.600 migrantes a Nueva York en los últimos 20 meses sin que las empresas que los transportan hayan pagado el coste de ese servicio, dijo Adams en un comunicado.
«Hoy, nuestra Administración presentó la demanda contra 17 empresas que participaron en el plan del gobernador Abbott para transportar decenas de miles de inmigrantes a la ciudad en un intento de abrumar nuestro sistema de servicios sociales», indicó en un video que acompaña al texto.
El alcalde demócrata reiteró además que la ciudad ya no puede «soportar los costes de las imprudentes estratagemas políticas del estado de Texas».
La demanda de Nueva York busca recuperar el dinero invertido hasta ahora en refugio, comidas y educación para los niños y otra asistencia que se les provee, así como el dinero que la ciudad gastará en los más de 65.000 inmigrantes que están bajo su cuidado y la inversión que hará en otros que sean transportados desde Texas en el futuro como parte del plan de Abbott.
Adams explicó que las compañías de transporte están violando la Ley estatal de Servicios Sociales que señala que las empresas que transportan intencionalmente a la ciudad personas que necesitan refugio y servicios como parte de un plan de mala fe deben pagar esos costes.
«La ley es clara: al participar en este plan imprudente, estas empresas de autobuses asumen la responsabilidad de esos costes», señaló la directora del Departamento Legal de la ciudad, Lisa Zornberg.
El alcalde ha advertido en varias ocasiones que la llegada de más de 160.000 inmigrantes desde abril de 2022, de los que 68.000 están bajo cuidado de la ciudad, ha creado una crisis humanitaria y fiscal que llevará a que para mediados de 2025 se hayan gastado 12.000 millones de dólares.
El flujo continuo de inmigrantes, tanto enviados por Texas como llegados por su cuenta desde otros estados, llevó a que la ciudad a alquilar hoteles para usarlos como refugios, a levantar carpas, a adoptar medidas como la de limitar el tiempo en los albergues (tanto a solteros como a familias con niños) y finalmente a establecer días y horas concretas para la llegada de los autobuses.
En la primavera de 2022, Abbott comenzó a enviar autobuses con inmigrantes a ciudades con alcaldes demócratas, primero Washington y luego a Nueva York, para, según el republicano, repartir la carga migratoria que afronta su estado por las políticas de la Administración del presidente, Joe Biden.
También ha enviado inmigrantes a Boston (Massachusetts), Denver (Colorado), Filadelfia (Pensilvania) y Los Ángeles (California).
La gobernadora de Nueva York, la también demócrata Kathy Hochul, indicó por su parte que «ya es hora de que las empresas que facilitan sus acciones asuman la responsabilidad de su papel en esta crisis en curso», dejando claro que apoya la iniciativa del alcalde.