Honduras recibe flujos migratorios por tierra, aire y mar debido a su posición geográfica, la mayoría de los migrantes provienen de Venezuela, Ecuador, Haití.
Por EFE
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha intensificado la respuesta humanitaria en Honduras y llamó este jueves a la solidaridad ante el aumento de los flujos de migrantes en tránsito por el país centroamericano, donde este año han ingresado cerca de 300.000 personas de manera irregular.
“Actualmente, estamos observando un tránsito por Honduras como antes nunca visto, con miles de personas migrantes en situación de vulnerabilidad, falta de hidratación», dijo el jefe de misión de la OIM para El Salvador y Honduras, Nicola Graviano.
Agregó que también se registran casos de «niñas y niños con desnutrición, enfermedades diarreicas agudas o adolescentes no acompañados, así como el aumento de los riesgos vinculados a la migración irregular, personas víctimas de estafas y de tratantes”.
Por ello, Graviano destacó la importancia de «robustecer la actuación coordinada en la zona para velar por los derechos humanos de todas las personas migrantes”.
La mayoría de los migrantes ingresan a Honduras por los departamentos de El Paraíso y Choluteca, en el este y sur del país, fronterizos con Nicaragua, donde la OIM realiza un «monitoreo permanente» para dar una «respuesta efectiva» a las personas en situación de vulnerabilidad.
La OIM indicó en un comunicado de prensa que Honduras recibe flujos migratorios por tierra, aire y mar debido a su posición geográfica, la mayoría de los migrantes provienen de Venezuela, Ecuador, Haití y Cuba.
Según cifras oficiales, citadas por la OIM, cerca de 300.000 migrantes han ingresado este año a Honduras, lo que representa un aumento del 300 % respecto a 2022.
Evitar una crisis humanitaria
«En este momento, existe un Plan de Respuesta Humanitaria en Honduras que solamente tiene asegurada la financiación del 15 %, esto implica no poder cubrir todas las necesidades existentes y el riesgo es que esta grave situación se convierta en una crisis humanitaria de enormes dimensiones”, señaló Graviano.
Ante esta situación, «no hay lugar para la indiferencia”, subrayó el jefe de misión de la OIM, organización que implementa «una respuesta efectiva y coordinada» frente a la problemática.
La OIM apoya al Instituto Nacional de Migración (INM) con equipo e infraestructura para mejorar los procesos de atención a los migrantes en Danlí, El Paraíso, así como la elaboración de un Manual de Procesos y Procedimientos con enfoque de género para la atención a esas personas.
También ha coordinado con socios humanitarios la entrega de alimentación, transporte humanitario para acceso a centros de descanso temporal y kits de higiene, salud e higiene menstrual, elementos de protección personal, entre otros.
La OIM además ha dado apoyo a la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias en la construcción del Plan de Contingencias Institucional ante el flujo masivo de migrantes en situación irregular, y ha dotado de insumos, kits y materiales de señalización e información para facilitar la atención, convivencia y prevención de enfermedades.
“Es tarea de todos los sectores involucrados trabajar para alcanzar el Objetivo 7 del Pacto Mundial sobre Migración que llama a abordar y reducir las vulnerabilidades en la migración por medio de la atención a las necesidades de las personas migrantes en condiciones de vulnerabilidad, que pueden derivarse de las circunstancias en que viajan o de las condiciones a que se enfrentan en los países de tránsito”, expresó Graviano.
La OIM señaló que continuará trabajando «fuertemente» para brindar una «respuesta humanitaria adecuada» para la protección de miles de personas en tránsito por Honduras.