Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, cuando miles de nicaragüenses salieron a las calles a protestar por unas controvertidas reformas a la seguridad social.
Por EFE
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) alertó este lunes que Costa Rica «está soportando una carga desproporcionada» de nicaragüenses exiliados por la situación social, política y economía en Nicaragua, y anotó que están tratando de brindar más apoyo al país.
«Es Costa Rica la que ahora está soportando una carga desproporcionada cuando se trata de los nicaragüenses, pero nosotros y otros socios estamos tratando de brindar mucho más apoyo», afirmó en una entrevista a EFE la Alta Comisionada Adjunta de ACNUR, Kelly Clements.
Con respecto a Nicaragua, Clements advirtió que han percibido un «gran aumento en las solicitudes de asilo», pues «aproximadamente el 94 % de las personas que están saliendo (del país) han iniciado una solicitud».
Datos oficiales indican que Costa Rica, país de 5,1 millones de habitantes, cuenta con 607.000 personas extranjeras regularizadas, de los cuales 60 % son nicaragüenses. Hay un número indeterminado de migrantes sin estatus migratorio regularizado.
Desde 2018, cuando estalló un crisis política y social en Nicaragua, las autoridades de Costa Rica han recibido al menos 240.000 solicitudes de asilo, de las cuales el 92 % son de nicaragüenses. En la actualidad hay unos 186.000 expedientes de asilo pendientes de resolución.
«Desde hace un tiempo Costa Rica ha apoyado a más de un cuarto de millón de personas, y esta ha sido un área donde Costa Rica ha podido incluirlos en algunas de las disposiciones y términos de asistencia y ayuda», declaró Clements.
Agregó que están intentado apoyar a «gobiernos como el de Costa Rica, que han sido generosos anfitriones con los nicaragüenses», ya que es «importante fortalecer el sistema de asilo, incluso en Costa Rica, para que esas solicitudes se puedan considerar con bastante rapidez».
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, cuando miles de nicaragüenses salieron a las calles a protestar por unas controvertidas reformas a la seguridad social, que luego se convirtieron en una exigencia de renuncia de Ortega tras responder con la fuerza.
Las protestas dejaron al menos 355 muertos según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos nicaragüenses elevan la cifra a 684, mientras que Ortega reconoce que fueron «más de 300» y mantiene que se trató de un intento de golpe de Estado.
La crisis se acentuó tras las controvertidas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto a su esposa Rosario Murillo como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión.
Clements se encuentra en Panamá de visita oficial desde el pasado viernes, tras estar en Brasil. En el país centroamericano ha visitado los albergues migratorios de Darién, donde se encuentra la peligrosa selva que hace de frontera natural con Colombia usada diariamente por cientos de personas en su paso hacia EE.UU.