Las proyecciones del Banco Mundial ubican el crecimiento de Centroamérica en un 4,4 % en 2022, con una desaceleración para 2023.
Por EFE
El presidente del Banco Mundial (BM), David Malpass, afirmó en una entrevista con EFE que la cooperación regional y el desarrollo del sector logístico pueden mejorar las condiciones de vida en Centroamérica y desincentivar así la migración.
Centroamérica es una región con una población de alrededor de 50 millones de personas, que está azotada por la pobreza, la violencia impulsada por las pandillas y el narcotráfico, así como por las consecuencias del cambio climático.
Es así que cada año decenas de miles de centroamericanos abandonan sus países con rumbo especialmente a Estados Unidos, en busca de seguridad y oportunidades.
Los pueblos «usualmente se mudan hacia donde ellos perciben una oportunidad de mejor vida económica», por lo que el problema medular está en «crear suficientes buenos trabajos para que la gente pueda mejorar sus vidas» en sus respectivos países, dijo Malpass, que concluye este lunes una visita oficial a Panamá y República Dominicana.
«Pensamos que hay oportunidad en la cooperación regional y los mercados regionales, en logística, para mejorar las condiciones (de vida) por toda Centroamérica, donde los retos son, de hecho, muy severos», añadió.
LAS PROYECCIONES DE CRECIMIENTO DE CENTROAMÉRICA
Las proyecciones del Banco Mundial ubican el crecimiento de Centroamérica en un 4,4 % en 2022, con una desaceleración para 2023, cuando el indicador llegará a 3,2 %, y se espera un 3,5 % en 2024, dijo Malpass.
Estos datos son mejores que los de «Latinoamérica en total, donde vemos un crecimiento de 1,3 % este año 2023 y quizá 2,4 % en el 2024», añadió.
Pero «todas estas cifras son demasiados bajas, muy lentas, para realmente mejorar el estándar de vida. Así es que vemos este reto continuo de divergencia, en vez de convergencia», añadió.
En Centroamérica «los problemas de la inequidad continúan y necesitamos atenderlos con más crecimiento, más inversión particularmente en las empresas pequeñas y medianas, y también tomar pasos que traigan a las mujeres a la fuerza laboral».
Muchos de los problemas que afronta Centroamérica son aplicables a toda Latinoamérica, ya que «muchos de los países están encarando delitos, violencia, insuficiente inversión, falta de crecimiento y los climas de inversión que no son suficientemente atractivos para atraer» capitales nuevos, agregó.
En este escenario «Panamá es un poquito una excepción, por la fortaleza del sistema bancario y el de logística», señaló el presidente del multilateral.
Malpass, de 67 años y que dejará a mediados de este año la presidencia del BM, que asumió en 2019, considera Panamá y la República Dominicana, los dos países que acaba de visitar, como «claves en el comercio, la actividad económica en la cuenca del Caribe y en logística en la región».