Datos de la Cámara de Industria Alimentaria revelan que el sector logró consolidarse como uno de los más dinámicos de la economía nacional.
Por EFE
La industria alimentaria de Costa Rica mira con cautela e incertidumbre 2023, especialmente por los conflictos internacionales y el desempeño de la economía local.
La Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (CACIA) expuso un análisis de los resultados económicos de 2022, en donde varias crisis al mismo tiempo golpearon a la industria y a los consumidores, situación que genera dudas y no permite una mirada contundentemente optimista para 2023.
«Persisten señales que provocan mucha incertidumbre, la guerra en Ucrania, el comportamiento de la economía norteamericana, los mercados de materias primas alimentarias y de combustibles, la inflación, el tipo de cambio y las tasas de interés, representan variables que determinarán 2023. En este momento, no vemos señales que tiendan a la estabilización de sus respectivos mercados, por lo que 2023 se mantiene en estado de incógnita», afirmó el presidente de la Cámara, Juan Ignacio Pérez.
La industria explicó que en el contexto internacional, la crisis por covid-19 generó efectos importantes en los costos de la logística del transporte internacional de alimentos y la disponibilidad de sus materias primas, así como impactos profundos en el desempleo en Costa Rica.
Además, el inicio de la guerra de Ucrania y Rusia, ambos países productores mundiales de materias primas e insumos energéticos, provocó una escalada de precios en materias primas, material de empaque y en los insumos que son parte de las estructuras de costos de las empresas.
Por su parte, a nivel local la Cámara destacó un alto porcentaje de la población golpeada aún por el desempleo que está en recuperación, lo que provoca un consumidor que busca productos más baratos con el consecuente crecimiento de la actividad económica informal, que se ve agravado por la inestabilidad de los indicadores macroeconómicos del país como el tipo de cambio, la inflación y las tasas de interés.
Con este panorama, Pérez hizo un llamado a diputados y el Gobierno costarricense para avanzar en la solución de problemas estructurales y cuellos de botella, cuyas decisiones sí están en manos nacionales, y que su desatención agrava la situación internacional que ha mantenido al país con varias crisis simultáneas durante los últimos años.
Datos de la Cámara de Industria Alimentaria revelan que el sector logró consolidarse como uno de los más dinámicos de la economía nacional, con una participación cercana al 5 % del Producto Interno Bruto (PIB), más de 102.000 puestos de empleos directos y un leve crecimiento del 2 % a octubre.