El PIB de Nicaragua creció un 10,3 % en 2021 y se prevé que crezca un 4 % este 2022.
Por EFE
La perspectiva económica de Nicaragua es favorable aunque hay riesgos de que factores externos ralenticen el crecimiento del producto interno bruto (PIB) e impacten en la inflación, dijo este viernes el Fondo Monetario Internacional (FMI).
«Se espera que el crecimiento del PIB real (de Nicaragua) se modere al 3 % en 2023 debido a la debilidad de la demanda externa y a condiciones financieras externas más endurecidas», indicó una misión técnica del FMI al término de una visita en el país.
El PIB de Nicaragua creció un 10,3 % en 2021 y se prevé que crezca un 4 % este 2022, sostenido por el consumo privado y las exportaciones, según el FMI y el Banco Central de Nicaragua.
La misión técnica del FMI, encabezada por Alina Carare, sostuvo conversaciones virtuales a inicios de mes y visitó Managua del 7 al 15 de noviembre pasados en la que evaluó la evolución económica y las perspectivas de crecimiento de Nicaragua, como parte de la Consulta del Artículo IV de 2022.
«A mediano plazo se proyecta que el crecimiento del PIB real converja a su potencial de alrededor del 3 %, dada la cautelosa recuperación de la inversión y el crédito al sector privado y una menor participación de la fuerza laboral», explicó el FMI en su declaración.
LOS RIESGOS ECONÓMICOS
Sin embargo, el país centroamericano enfrenta riesgos económicos debido a una recesión mundial más severa, un endurecimiento monetario externo y precios de importación mayores de lo esperado, advirtió el multilateral.
«Si estos riesgos llegaran a materializarse, podrían resultar en un menor crecimiento del PIB real y en un menor crecimiento en las remesas, una mayor inflación, un empeoramiento de la asequibilidad de los alimentos y un déficit fiscal más amplio», puntualizó.
El FMI alertó que los balances fiscales, la actividad económica y los resultados sociales podrían verse afectados por desastres naturales, dada la alta exposición de Nicaragua a la crisis climática y su dependencia económica de sectores sensibles al clima.
Además, alertó que un deterioro en el ambiente de negocios y sanciones internacionales más estrictas afectarían los flujos de comercio y financiación.
Ante esos escenarios, el FMI recomendó a Nicaragua continuar con las políticas monetarias, fiscales y financieras «prudentes» con el fin de generar resiliencia y lograr un crecimiento sostenido a mediano plazo.
MEJORAR CLIMA DE NEGOCIOS
La misión técnica dijo que apoya los esfuerzos de las autoridades nicaragüenses para sostener el crecimiento a mediano plazo mediante la inversión en infraestructura, la reducción de los costos de la energía y la potenciación del capital humano.
«Los esfuerzos sostenidos para mejorar el clima de negocios y las reformas estructurales para aumentar el empleo formal ayudarán a frenar la emigración y fortalecer las cuentas de la seguridad social», apuntó.
La misión dijo también apoyar las gestiones de las autoridades para abordar los desequilibrios estructurales de las empresas públicas y de las cuentas de la seguridad social, y para mejorar los colchones al tomar en cuenta la vulnerabilidad del país ante los desastres naturales y las condiciones financieras mundiales.
Recomendó focalizar mejor los subsidios y una reasignación del gasto corriente con el fin de mantener niveles adecuados de gasto social, reducir la pobreza y apoyar el crecimiento.
El PIB nicaragüense se contrajo alrededor del 9 % entre 2018 y 2020 y desde entonces «la actividad económica se está recuperando bien, respaldada por políticas macroeconómicas y financieras apropiadas y colchones sustanciales de depósitos gubernamentales y reservas internacionales previos a la crisis», destacó el FMI.
Se espera que el directorio ejecutivo del FMI celebre la consulta del Artículo IV de Nicaragua a principios de 2023.