Todavía hay retos muy importantes que pueden ser empujados a través del mundo digital.
Por EFE
América Latina ha mejorado en el último año en materia de inclusión financiera, una medición que valora el uso de instrumentos financieros, su accesibilidad y la calidad de los mismos, pero todavía se mantiene en niveles de desaprobación.
«Ha mejorado la inclusión financiera con respecto al año pasado. En nuestra escala del cero al cien, ha aumentado 6 puntos y, si bien es una mejora marginal, es una mejora. Sin embargo (…) la puntuación está en 44,2 sobre 100, podemos decir que estamos desaprobados como región todavía», explicó a Efe el gerente de Asuntos Corporativos de Credicorp, Enrique Pasquel.
Precisamente, este grupo financiero de origen peruano ha impulsado un estudio, desarrollado por la empresa de estudios de mercado Ipsos en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y México.
En su Índice de Inclusión Financiera se analizan tres variables fundamentales: acceso, uso y calidad percibida de los instrumentos e instituciones financieras.
En el caso del acceso, la medición observó una mejora de más de doce puntos, al pasar de 33,3 el año pasado a 45,4 en 2022; en el caso del uso, el incremento fue de cinco puntos al pasar de 24,4 a 29,2; mientras que en la dimensión de calidad percibida -la única en la que aprueba América Latina- aumentó de 57,1 a 58.
EL ACCESO A INTERNET, CLAVE
Pasquel explicó que han identificado tres campos principales para seguir avanzando en inclusión financiera, el más importante de los cuales es el acceso a internet.
«El principal es el acceso al internet, porque buena parte de la inclusión financiera se da a través de medios digitales, que han reducido de manera enorme el coste para atender a las personas y la disponibilidad que las personas tienen para acceder a los sistemas financieros», explicó.
Por tanto, «mientras mayor acceso a internet haya, mayor posibilidad de utilizar sistemas digitales del mundo financiero y de incluir financieramente a las personas».
De otro lado, comentó que «muchas personas consideran que todavía no deben entrar al sistema financiero porque les parece que sus ingresos no lo ameritan», lo que genera «una doble tarea».
«Por un lado, educar a las personas para explicar las ventajas de usar responsablemente el sistema financiero pese a tener ingresos bajos, y el segundo es desarrollar mecanismos más baratos y accesibles para utilizar el sistema financiero».
Finalmente, destacó la importancia de la educación financiera, pues es importante que los ciudadanos «logren tener experiencia positiva y beneficiosa del uso del sistema financiero».
«Hemos encontrado que mucha gente no usa el sistema financiero, simplemente, porque no lo conoce, es sofisticado para mucha gente», concluyó.
BRECHAS EN DISTINTOS ÁMBITOS
Entre las principales brechas halladas por el estudio, según aclaró la directora de Asuntos Públicos de Ipsos-Perú, Patricia Rojas, se encuentran las poblaciones «menos incluidas financieramente».
«Hay una brecha de género que es real. Se ha acortado un poco la brecha, (pero) seguimos encontrando más mujeres que hombres, personas que viven en poblaciones rurales (y aquellas) con menor nivel educativo son las que están menos incluidas financieramente», apostilló.
Rojas incidió en que, entre las variables nuevas que han incluido este año en el estudio, está el acceso a internet y el informe arroja como resultado que «las personas con acceso a internet están bastante más incluidas que las que no tienen».
«La diferencia es de 24 puntos a nivel regional», sostuvo.Otra variable incluida este año es la de autoidentificación étnica y el estudio muestra que «quienes no se identifican como blancos o mestizos, son las menos incluidas financieramente a nivel de la región».
Con respecto a la perspectiva que permite intuir estas tendencias, Rojas afirmó que han visto los principales avances «en la dimensión de acceso».
«Todavía hay retos muy importantes que pueden ser empujados a través del mundo digital, por ejemplo», reiteró.Con respecto al uso, concluyó que no es suficiente con abrir cuentas «a las personas o que les demos productos financieros fácilmente si es que no aprenden a usarlos de manera correcta».»
Ahí entra el tema de educación financiera (…) El reto está en cómo acercamos el mundo financiero a todas las personas y que se haga cada vez más inclusivo y lleve su beneficio a los grupos menos incluidos», comentó.