Declaración de las mascaradas como símbolo nacional también permitirá que el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) las promueva como un elemento que incentive el turismo.
Por EFE / Fotografía: MCJ Costa Rica
El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, firmó este viernes una ley para declarar símbolo nacional las mascaradas con el objetivo de preservar esta tradición costarricense y desarrollar programas de educación, sensibilización, información y apoyo.
El Ministerio de Cultura y Juventud cita en su página que la tradición de las mascaradas se remonta al Cartago colonial, específicamente cuando las comunidades se reunían en las festividades taurinas donde se mostraban personajes tradicionales.
Las mascaradas son enormes figuras creadas con materiales como barro, madera, papel o yeso. Son usualmente utilizadas en las ferias de pueblo, más conocidas como turnos, en donde personas danzan al ritmo de la cimarrona con las máscaras del diablo, la llorona, el cadejo y otros populares personajes.
«La mascarada tradicional costarricense es una representación viva de nuestra identidad, de nuestro patrimonio, es por ello que resulta tan importante conservarla, impulsarla, mantenerla vigente, porque, además, es un elemento que transmite alegría y fiesta a nuestros pueblos», afirmó la ministra de Cultura y Juventud, Nayuribe Guadamuz.
Para el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural (CICPC) la mascarada costarricense es una de las festividades más alegres y populares de Costa Rica y su valor como patrimonio cultural inmaterial resalta al evidenciar tres factores indispensables.
El primero en torno a la naturaleza requeridos por las personas portadoras de tradición, para hacer uso y aprovechamiento de materiales en la confección de las máscaras, seguidamente los conocimientos y saberes en torno a las técnicas artesanales aplicados en la confección de las mismas; y finalmente, el aporte de la música de cimarrona y la danza de las mascaradas, los cuales animan las fiestas y los pasacalles en unión con las personas de las comunidades.
«En todas las familias costarricenses hay historias con personajes del pueblo y leyendas como la llorona, el cadejo, la giganta y el diablo, persiguiéndonos por las calles en las fiestas patronales», dijo Chaves.
La declaración de las mascaradas como símbolo nacional también permitirá que el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) las promueva como un elemento que incentive el turismo y así posicionar al país como un atractivo turístico a nivel internacional.