El Gobierno de Panamá ha optado por congelar el precio del combustible en 3,95 dólares el galón (3,78 litros) a algunos sectores en un intento por impedir el alza del pasaje en el transporte público y de los alimentos, sin mucho éxito.
Por EFE
Las verduras y legumbres comenzaron a escasear este jueves en el principal mercado de abastos de la Ciudad de Panamá en medio de huelgas y protestas de transportistas que exigen, entre otros, la congelación del precio del combustible y la reducción del costo de la canasta de alimentos.
En el Merca Panamá varias tiendas estaban cerradas y las abiertas vendían los pocos productos que les quedan, muchos con precios más elevados: «Esto es lo que hay. Los camiones no han venido desde antes de ayer», aseguró a Efe un vendedor.
«Ya hay desabastecimiento, no hay absolutamente nada en las naves de legumbres», agregó.
Las legumbres y verduras no están llegando a Merca Panamá debido a un paro de transportistas y productores de las Tierras Altas de Chiriquí, una zona que produce el 70 % de estos alimentos.
Los transportistas de carga agrícola y productores de varias zonas de la provincia occidental de Chiriquí iniciaron el pasado domingo una huelga que se mantenía este jueves para exigir la congelación del precio de la gasolina a toda la población, así como otras reivindicaciones vinculadas a los costos de operación y producción.
Aunque el Gobierno había anunciado que se congelaría a partir del 25 de junio en 3,95 dólares el galón (3,78 litros) el combustible para el transporte de carga agrícola, los productores y transportistas denunciaron que el martes las autoridades dieron marcha atrás y presentaron un esquema de bonos, explicaron este jueves los huelguistas.
El dirigente de transportistas de carga agrícola, Hernán Cortés, dijo este jueves que el «sector nunca» ha exigido subsidios y que «siempre ha pedido al Gobierno que le de la oportunidad de trabajar y de cobrar lo justo».
«Estamos esperando a ver qué nos traen» los representantes del Ejecutivo a una nueva reunión este jueves, «lo que se quiere ahora es resolver el problema del combustible y ver qué viene», porque «todos estamos perdiendo (…) la gente necesita comida en Panamá y en todas partes del país», dijo asimismo el portavoz de los productores Diego Lara.
La huelga de transportistas y productores en Chiriquí ha incluido escaramuzas con la Policía Nacional debido a la obstrucción de algunas vías de comunicación en esa región del país.
El Gobierno insiste en su llamado al diálogo y asegura que muchos transportistas de carga agrícola se han inscrito en una plataforma oficial para recibir el beneficio ofrecido.
Por otra parte, este jueves amaneció bloqueada por camiones volquete una importante arteria vial del sector de la Ciudad de Panamá, lo que generó un gran atasco de tráfico.
«Estamos en este cierre por motivo de las injusticias de este Gobierno. Queremos congelar el precio de los combustibles, queremos que la canasta básica baje. Aquí vemos la danza de millones para estos ministros, para estos grandes del Estado, y el pueblo panameño pasando páramo», dijo el dirigente Israel Herrera, en un video difundido por la televisión local.
El Gobierno de Panamá ha optado por congelar el precio del combustible en 3,95 dólares el galón (3,78 litros) a algunos sectores en un intento por impedir el alza del pasaje en el transporte público y de los alimentos, sin mucho éxito.
Ahora en la capital el galón de gasolina de 95 octanos se vende a 6,01 dólares, el de 91 en 5,47 dólares y el diésel en 5,26 dólares, pero estos costos se elevan en el interior. Los precios se ajustan cada dos semanas en Panamá, un importador neto de combustibles.
La medida de congelamiento sectorial, tildada de «gran sacrificio fiscal» por el Ejecutivo, es rechazada por diversos sectores que exigen que se amplíe a toda la población o que se suspenda el cobro del impuesto al combustible.
No hay contención de gasto en el sector público, donde crece la planilla de forma desproporcionada en medio de denuncias de clientelismo político y corrupción, pero sí para el resto de la sociedad, reclaman analistas y líderes de sectores políticos, sociales y sindicales.