Los factores claves de cara al futuro son, para Moody’s, la evolución de la guerra en Ucrania, la forma en que se endurezca la política monetaria y la trayectoria de la economía china.
Por EFE
La agencia de medición de riesgos Moody’s ha rebajado su previsión de crecimiento de la Eurozona para este año hasta el 2,5 %, tres décimas por debajo de la anterior, ante el impacto de la guerra en Ucrania, aunque eleva una décima el de 2023, hasta el 2,3 %.
En su informe macroeconómico global publicado este jueves, Moody’s rebaja sus previsiones de crecimiento tanto para economías avanzadas como en desarrollo ante el impacto de la guerra, la ralentización china y el impacto del ascenso de la inflación en el poder de compra de los consumidores.
La agencia sitúa a Europa como la región más afectada por el conflicto ucraniano, debido a su cercanía y a su dependencia de la energía rusa, hasta el punto de que un corte de suministro obligaría a racionar la energía en varios sectores, lo que conllevaría una recesión.
Añade que el conflicto contribuye tanto a reforzar las presiones inflacionistas como a moderar la actividad económica, por lo que ha rebajado las previsiones para Francia (al 2,2 %, medio punto menos) y Italia (al 2,3 %, nueve décimas menos), aunque mantiene las de Alemania en el 1,8 % y la del Reino Unido, en el 2,8 %.
A nivel global, Moody’s ha rebajado su previsión de crecimiento para las economías del G20 hasta el 3,1 % este año, 2,8 puntos menos. Las avanzadas crecerán un 2,6 %, seis décimas menos, y las de los países en desarrollo, un 3,8 %, cuatro décimas menos.
También ha empeorado sus expectativas con respecto a la economía estadounidense, que crecería un 2,8 % (nueve décimas menos); japonesa, un 2,4 % (cinco décimas menos); china, un 4,5 % (siete décimas menos), e india, un 8,8 % (tres décimas menos).
Los factores claves de cara al futuro son, para Moody’s, la evolución de la guerra en Ucrania, la forma en que se endurezca la política monetaria y la trayectoria de la economía china, a lo que añade las políticas que se adopten para combatir factores que cada vez afectan más a la economía, como el cambio climático, la alimentación, la energía, la defensa o la ciberseguridad.