El Supremo hondureño ratificó el pasado miércoles la extradición a Estados Unidos del expresidente Hernández, quien es requerido por ese país desde el 15 de febrero.
Por EFE
La defensa del expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, a quien EE.UU. pide en extradición por presuntos delitos asociados al narcotráfico, dijo este jueves que está analizando si presentará un pedido de reposición ante la Sala Constitucional.
«El equipo de defensa todavía no nos hemos reunido para tomar una decisión con relación a si se va hacer uso o no del recurso de reposición», dijo Rosa Bonilla, una de los abogados que defienden a Hernández, en declaraciones a Radio América, que transmite en Tegucigalpa.
Agregó que el pedido de reposición, el que debe presentarse hoy, es «expedido» y es conocido como un «recurso no efectivo porque no tiene más que pedir reconsideración a la misma Sala (Constitucional)».
«Somos respetuosos de la ley, aunque no compartamos los criterios de los jueces», subrayó Bonilla, quien comentó que Hernández no ha sido extraditado a EE.UU. porque la resolución del pleno del Supremo no ha sido firmada por los 15 magistrados que lo conforman.
El Supremo hondureño ratificó este miércoles la extradición a Estados Unidos del expresidente Hernández, quien es requerido por ese país desde el 15 de febrero para enjuiciarlo por tres cargos asociados a narcotráfico y uso de arma.
«La Sala de lo Constitucional resuelve declarar inadmisible la garantía de amparo del cual se ha hecho mérito interpuesto por los abogados defensores de Juan Orlando Hernández, y ya se manda que una vez notificada se firme la presente resolución, ya ha sido notificada la misma y se extienden las certificaciones que corresponden», dijo entonces a los periodistas el portavoz del Supremo, Melvin Duarte.
El pleno de la Corte Suprema de Justicia ratificó el 28 de marzo la extradición de Hernández (2014-2022), que fue autorizada el día 16 del mismo mes por un juez natural.
Hernández es acusado por «conspiración para importar una sustancia controlada a los Estados Unidos», con el «conocimiento de que dicha sustancia sería importada ilegalmente a los Estados Unidos» a aguas «a una distancia de 12 millas de la costa de los Estados Unidos».
Además, se le acusa de «fabricar, distribuir y poseer con la intención de distribuir una sustancia controlada a bordo de una aeronave registrada en los Estados Unidos».
El segundo cargo, es por «usar o portar armas de fuego, o ayudar e instigar al uso, el poder y la posesión» de «ametralladoras y dispositivos destructivos».
Las armas y los dispositivos destructivos serían «en apoyo de la conspiración de importación de narcóticos de los que se le acusa en el cargo uno».
El cargo tres se refiere a una «conspiración para usar o portar armas de fuego, incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos, durante y en relación con, o poseer armas de fuego, incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos, en apoyo de la conspiración de importación de narcóticos».