El conflicto entre Rusia y Ucrania impacta a los agroexportadores guatemaltecos por una serie de efectos que son poco visibles, pero que ya generan preocupación y alerta.
Por Prensa Libre
Francis Bruderer es un agroexportador que comercializa con clientes en Rusia enviando banano, plátano y aguacate desde hace cinco años y es uno de los empresarios que ha abierto brecha comercial en ese país, ya que cuenta con una alta demanda de productos agrícolas.
Desde que inició el conflicto, su planificación empresarial para 2022 dio un giro sustancial, ya que tiene cosecha por despachar y mercados para atender, pero pesa la incertidumbre generalizada sobre lo que puede ocurrir hacia adelante.
En 2019, la compañía de Bruderer exportaba 20 mil cajas semanales de banano a Rusia en promedio, y por la pandemia, la cantidad disminuyó, pero la situación se agudizó para él, así como para todos los exportadores que le venden al mercado euroasiático.
Días de incertidumbre
Horas después de haberse declarado el conflicto, había contenedores en tránsito con banano hacia Rusia, por lo que los embarques tuvieron que redireccionarse en el puerto de Rotterdam, Países Bajos, ya que el siguiente trayecto es la ruta báltica hacia San Petersburgo, Rusia.
“Mi último despacho fue hace tres semanas, antes que comenzará el problema. Al igual que yo, otros exportadores han enviado más de un millón de cajas de banano y todos estamos en la misma situación”, enfatizó, al referirse que exportadores de la fruta de varios países de Latinoamérica afrontan estas dificultades, de manera que ya se saturó el mercado de la fruta.
Ningún productor o exportador de banano puede enviar producto a sus clientes en Rusia, ya que no existe un mecanismo que garantice el pago bajo las circunstancias actuales, ejemplificó, al recordar que Rusia fue bloqueado del sistema de compensación Swift.
Bruderer comentó a Prensa Libre, que de sus clientes en Rusia -que son intermediarios y que comercializan en cadenas de supermercados locales- no tiene ninguna cuenta pendiente por cobrar, pero sí en Polonia, a donde están llegando ciudadanos de Ucrania que huyen del conflicto.
“Un país que no está en conflicto es Polonia y tengo saldos pendientes, pero por la propia desestabilización de los migrantes ucranianos cruzando la frontera y la inestabilidad por el conflicto en la vecindad, han suspendido pagos. Hay un efecto en cadena del que no se habla”, enfatizó.
Como en todo hay riesgos, los compradores pueden excusarse por el motivo indicado “y ahora que ya se despachó el producto y se comercializó, estamos a la espera del pago y no nos queda más que rezar para que eso ocurra”.
Caída del precio
Desde el puerto de Rotterdam la fruta se distribuye a Bélgica, Alemania, Francia, Austria y a los países bálticos, ¿y qué pasa? En enero, febrero, marzo, abril y mayo, el precio del banano se cayó: en promedio, en ese puerto la caja se estaba comercializando en €14, y ahora está a menos de €3.50, por lo que se han perdido €10 en pocas semanas en el mercado spot.
“Nosotros comercializamos el producto con empresas intermediarias con las que no existe un contrato anual”.
Clasificó que Rusia es un mercado de primera y Ucrania es de segunda, respecto al banano, así que en este momento se analiza a cuál otro mercado se despacha la fruta, tales como Turquía o el norte de África.
Falta de estrategias
Bruderer criticó que hay una falta de estrategia comercial en cuanto a abrir mercados con países que son altos consumidores de fruta.
Citó como ejemplo, que Costa Rica, exporta banano a la República Popular de China, y Guatemala no puede comercializar; no existe una venta de aguacate para Chile, que se ha convertido en importador para poder atender su propia demanda interna.
Otro es Corea del Sur que es una economía fuerte, con un alto poder adquisitivo, pero para poder comercializar banano, se debe pagar un impuesto, porque no se ha cerrado la negociación para que Guatemala se integre al Tratado de Libre Comercio.
“China, Corea y Chile. Solo estoy enumerando tres países que son muy importantes para banano, plátano y aguacate, pero están cerrados y el agricultor guatemalteco en general que no puede salir a Rusia, Ucrania o Polonia, no puede entrar a esos mercados, cuando Costa Rica, Ecuador y Colombia sí lo hacen. Estamos dormidos”, lamentó.
Añadió que el objetivo debería ser contar con opciones para seguir compitiendo y sobreviviendo “mientras pasa la tormenta”, pero es algo que hoy no se tiene y es un fallo de parte de las autoridades, aseguró Bruderer.
Riesgo de cosecha
El agroexportador afirmó que, en este momento, la cosecha de aguacate destinada a Rusia no se ha levantado y alrededor del 25% de la producción está congelada.
La mayoría del cultivo está en Chimaltenango y la cosecha solo está a la espera de otro mercado para que se puede colocar. “Es fruta que se debía ir en marzo y abril y no se ha podido despachar”.
Balanza comercial
Guatemala tiene una relación de comercio exterior -exportaciones e importaciones- con Rusia y Ucrania.
En 2021, Guatemala exportó bienes a Rusia por US$18.5 millones, pero importó US$239 millones, lo cual quiere decir que la balanza comercial favorece al país euroasiático.
Los tres principales productos que se importaron de Rusia son acero y hierro por US$112 millones; abonos y fertilizantes por US$49.6 millones; y productos farmacéuticos, por US$51.6 millones (90% del total).
En tanto que Guatemala despachó banano por US$7.3 millones; y café, US$3 millones, que los bienes más significativos.
Para Ucrania, los datos indican que el año pasado las exportaciones se situaron en US$67.5 millones, y las importaciones en US$34 millones. El principal producto de despacho fue níquel con US$62 millones, mientras se adquirió hierro y acero por US$31 millones.