Las protestas tuvieron lugar el martes en las instalaciones del Congreso de Guatemala, en el centro de la capital, y fueron protagonizadas por veteranos militares.
Por EFE
Guatemala acusó este miércoles de terrorismo a dos de los veteranos de guerra que participaron el martes en la quema parcial del Congreso en busca de un resarcimiento por sus servicios en el conflicto armado interno (1960-1996), aunque algunos diputados de oposición aseguran que «hay alguien detrás de este movimiento».
El legislador Carlos Barreda, cuya oficina fue incendiada durante los disturbios del martes, indicó hoy a periodistas frente a las instalaciones del Parlamento que existen varios indicios para pensar en una amplia organización y planificación de los disturbios.
«Hay alguien detrás de este movimiento. No es posible que (los manifestantes) vengan en buses, armados, con varios portátiles, sonido… hay una logística y una organización atrás. Y un recurso económico atrás que está moviendo esto», afirmó Barreda, de la agrupación política de oposición Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).
El diputado instó al Ministerio Público (MP, Fiscalía) a «investigar quiénes son los autores intelectuales» de los disturbios, sin descartar los motivos que originaron la quema del Congreso el martes.
«¿Será un distractor político? ¿Será una demostración de que hay ahora fuerzas de choque de corte militar? No lo sé, son muchas interrogantes y caben muchas interpretaciones», señaló Barreda, quien cuestionó además la ausencia de agentes de las fuerzas de seguridad al momento de los disturbios y su pasividad.
«Comienzan a actuar ya cuando se han retirado los manifestantes, en un día en el que habían presentes diputados de oposición», concluyó Barreda.
Las protestas tuvieron lugar el martes en las instalaciones del Congreso de Guatemala, en el centro de la capital, y fueron protagonizadas por veteranos militares, quienes exigen una compensación por sus servicios para el Ejército durante el conflicto armado interno que duró 36 años y dejó más de 250.000 personas asesinadas o desaparecidas.
Los disturbios causaron heridas a cuatro periodistas y a más de una decena de agentes de la Policía Nacional Civil, después de que los exmilitares irrumpieran a la fuerza en el Congreso para pedir que sea aprobada la iniciativa de ley que aseguraría su resarcimiento económico.
De igual forma, el diputado independiente de oposición Aldo Dávila responsabilizó por lo sucedido al presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, ya que el resarcimiento a los veteranos militares fue una de sus promesas de campaña en 2019.
Por su parte, el diputado de la UNE Orlando Blanco, cuya oficina también resultó dañada por el fuego, enfatizó este miércoles por la mañana en declaraciones a periodistas que la quema del Congreso fue «un acto vandálico con objetivos políticos».
ACUSADOS DE TERRORISMO
Las fuerzas de seguridad detuvieron a dos de los cientos de manifestantes que provocaron los disturbios el martes en el Congreso, y este miércoles fueron puestos a disposición de un juez, acusados por el Ministerio Público por los delitos de terrorismo.
Los militares en retiro arrestados fueron identificados como Ernesto Martínez Agustín y Juan Parachico Sánchez, de 47 y 50 años, respectivamente.
Mientras tanto, en el centro de la Ciudad de Guatemala, varios fiscales del Ministerio Público acordonaron algunos sectores aledaños a las instalaciones del Congreso, y también documentaron con fotografías y videos los daños ocasionados por los manifestantes, según constató Efe.
La iniciativa de resarcimiento económico solicitada por los veteranos de la guerra interna se encuentra bajo análisis de las comisiones de Defensa, Finanzas y Derechos Humanos del Congreso y plantea un pago de 120.000 quetzales (15.500 dólares aproximadamente) para cada uno de los exmilitares o sus familiares si estos ya murieron, otorgado en cuatro pagos anuales.
Los excombatientes del conflicto armado interno habían manifestado en diversos días durante las últimas dos semanas, con bloqueos de carreteras, y finalmente este martes decidieron tomar acciones en contra del Congreso.
POR SEGUNDO AÑO CONSECUTIVO
El 21 de noviembre de 2020, las instalaciones del Congreso guatemalteco también fueron quemadas parcialmente durante una manifestación en contra del Gobierno de Giammattei, por la polémica aprobación del presupuesto del Estado para 2021 a manos de la bancada oficial, Vamos.
Tanto en los disturbios de este martes como en los de noviembre de 2020 no se reportaron víctimas fatales de los incendios dentro del Parlamento, solo daños materiales.
La quema del Congreso en 2020 se llevó a cabo por obra de encapuchados sin que se registraran capturas, en medio de una crisis del Gobierno de Giammattei después de que su vicepresidente, Guillermo Castillo, instara al mandatario a renunciar en conjunto esa semana ya que el país no se encontraba «bien».
La guerra interna en Guatemala acabó el 29 de diciembre de 1996 con la firma de los Acuerdos de Paz entre el Gobierno y la Guerrilla compuesta por la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG).
Más del 90 % de las masacres y desapariciones forzadas durante el conflicto armado interno fueron obra del Ejército de Guatemala, según informes e investigaciones de organismos internacionales.