El FMI también señala que existen peligros importantes gracias al pseudo anonimato de los criptoactivos.
Por Revista Summa
El valor de las criptomonedas volvió a incrementar, generando más y más atención entre los inversionistas y entusiastas de la tecnología financiera. Esta atención, aunque positiva para el desarrollo de alternativas en el sector de las finanzas, todavía no estaría logrando que los gobiernos del mundo comiencen a crear regulaciones estandarizadas que realmente ayuden a las criptomonedas a posicionarse.
Esto ha generado preocupación entre los expertos del Foro Monetario Internacional (FMI), quienes recientemente presentaron el reporte “El auge de los criptoactivos plantea nuevos desafíos para la estabilidad financiera”, donde hablaron sobre la necesidad de crear regulaciones que favorezcan la adecuada adopción de estos activos digitales en el mundo.
Las recomendaciones del FMI
De acuerdo al reporte, las principales preocupaciones que existen alrededor de la implementación de las criptomonedas incluyen la falta de lineamientos contra el lavado de dinero y financiamiento al terrirismo, así como la necesidad de mayor estabilidad financiera, un consumo de energía responsable, y buenas prácticas de operación, gestión de gobierno y riesgo.
El FMI también señala que existen peligros importantes gracias al pseudo anonimato de los criptoactivos.
La constante creación y desaparición de monedas y tokens, y la heterogeneidad en el desarrollo de monedas (como ocurre en el nicho de las stablecoins), son todos fenómenos capaces de desestabilizar la economía.
¿Es posible una regulación global?
El FMI estima como necesario el estudio de los marcos regulatorios internacionales ya que las diferencias entre países, especialmente con el surgimiento de plataformas extraterritoriales u offshore, dificulta la creación de estándares globales para el manejo de las criptomonedas y las inversiones dentro de este mercado.
Mientras que algunos países como China prohíben por completo cualquier actividad relacionada con el mercado de las criptomonedas, otros como El Salvador las implementan como moneda de curso legal a pesar de las recomendaciones en contra de tomar acciones tan drásticas. No existe un estándar, ni una visión similar entre países.
Esto muestra no solo lo lejos que estamos de crear regulaciones homogéneas para el mercado, sino también la poca disposición de los gobiernos del mundo por lograr un consenso que beneficie a la economía global por encima de las estrategias diseñadas únicamente para ganar popularidad. Mientras que es posible que países que compartan acuerdos multilaterales desarrollen medidas estandarizadas, lo cierto es que no parecen existir incentivos para la toma de decisiones de carácter global.
Mientras, el valor sigue creciendo
Con regulaciones o sin regulaciones, el valor de las criptomonedas sigue creciendo con cada año que pasa y, aunque es común que estas se encuentren con periodos de caída importantes como el vivido a mediados de año, lo cierto es que en el largo plazo casi todas han logrado incrementar su precio significativamente.
Actualmente un puñado de criptomonedas ya superan los $1.000 por unidad, mientras que casi una veintena superan los $100. Sumado a que casi cualquier persona desde casi cualquier país del mundo tiene la capacidad de invertir (a diferencia de lo que ocurre en los principales mercados de valores), el interés sobre estas no para de crecer.
Esto no solo se traduce en un incremento en el precio, sino también en un mayor surgimiento de plataformas que permiten generar ingresos con criptomonedas. Incluso existen herramientas, como la dispuesta en el sitio web oficial de Crypto Genius, que permiten invertir en este mercado sin tener criptomonedas almacenadas o conocimientos sobre estas.
Aunque esta naturaleza descentralizada es parte del atractivo del mercado, lo cierto es que mientras no existan regulaciones estandarizadas será imposible alcanzar la masificación de las criptomonedas, así como también lo será proveer protección adecuada para consumidores y empresarios.