Las tecnologías emergentes pueden dar forma al futuro, un ejemplo de ello es la aparición de redes 5G y el despliegue ilimitado de banda ancha.
Por Gustavo Ripoll, Vicepresidente de MCLA en Dell Technologies
Debido a la COVID-19, el mundo se ha ido transformando y adaptándose a una nueva realidad, esto ha impactado todos los aspectos de la vida de las personas, desde la manera en que se trabaja, se estudia, se hacen las compras e incluso la manera en que se interactúa con otras personas. La tecnología se ha convertido en el gran aliado de esta pandemia, sin embargo también nos ha mostrado otra cara de la moneda y es la gran brecha digital que existe. Las ciudades no están exentas de esta afectación, y el progreso tecnológico de muchas ciudades se vieron afectadas a largo plazo.
Las tecnologías emergentes pueden dar forma al futuro, un ejemplo de ello es la aparición de redes 5G y el despliegue ilimitado de banda ancha que tienen el potencial de cambiar la forma en que las ciudades definen su futuro digital. La promesa de conectividad gigabit móvil, baja latencia y densidad de dispositivos sin precedentes ofrece desarrollos nuevos y emocionantes que afectan todos los aspectos de la vida pública, desde el transporte inteligente hasta la seguridad pública y la gestión de desechos. Además, la pandemia de COVID-19 arrojó luz adicional sobre la brecha digital, y estamos viendo que un mayor enfoque en una mayor conectividad y acceso de banda ancha tiene el potencial de llenar las brechas de cobertura.
Algunas de las grandes ciudades ya están aprovechando los beneficios de la conectividad mejorada. A medida que los gobiernos buscan reconstruir sus economías, más ciudades se darán cuenta de los beneficios de una conectividad mejorada, como la banda ancha, para garantizar que todos los residentes tengan acceso a los servicios digitales.
Conectividad mejorada: llegar a una ciudad cercana
Con los procesos ya establecidos para facilitar la nueva infraestructura, las principales áreas metropolitanas estarán entre las primeras en recibir estos beneficios económicos. En estos entornos, la conectividad mejorada forma la columna vertebral de las comunicaciones y aplicaciones de las ciudades inteligentes, lo que permite que las redes transporten la
información en tiempo real que hace que las ciudades sean «inteligentes». Estas conexiones entre casi todos los tipos de dispositivos, aparatos o máquinas inteligentes permitirán a las ciudades reducir la congestión del tráfico y las emisiones de los vehículos, gestionar la eliminación de residuos, conservar la energía y optimizar la eficiencia de los servicios públicos.
Las capacidades emergentes de 5G incluso facilitarán las comunicaciones entre automóviles inteligentes, y eventualmente sin conductor, que se conectarán a la red de ciudades inteligentes más grande. Con las redes 5G promocionadas por tener tasas de latencia de menos de un milisegundo, la entrega casi instantánea de información apoyará la rápida capacidad de respuesta que necesitan los autos y camiones autónomos cuando enfrentan un peligro inminente como un bache gigante o un peatón.
Hoy en día, los proveedores de servicios están introduciendo software que incorpora tecnología de inteligencia artificial (IA) y aprendizaje automático (ML), que pueden ser tan inteligentes y dinámicos como las propias ciudades inteligentes. Las nuevas innovaciones de software pueden analizar patrones de datos e identificar anomalías, picos de tráfico o congestión e instruir a los sistemas de control de tráfico de la ciudad para que tomen las medidas adecuadas.
Superando la brecha
La pandemia ha iluminado los problemas de equidad y las oportunidades para abordarlos, y los líderes municipales saben que las desigualdades continuarán creciendo si no resuelven el problema en este momento.
A medida que los gobiernos de todo el mundo buscan reconstruir las economías e invertir en infraestructura tecnológica, la implementación mejorada de banda ancha brinda a las comunidades la oportunidad de cerrar la brecha digital al reducir la brecha entre los electores que tienen acceso a la conectividad de alta velocidad y los que no.
La banda ancha móvil brinda a las comunidades un mayor acceso a la tecnología, la educación, la atención médica y la seguridad económica. Especialmente a medida que las escuelas y las localidades buscan una mejor conectividad para el aprendizaje remoto, las ciudades se están enfocando en alianzas con las principales empresas de telecomunicaciones o desplegando sus propias redes inalámbricas privadas para cerrar la brecha digital.
La promesa de una conectividad mejorada es evidente, pero la implementación apenas comienza. Aún queda trabajo por hacer antes de que podamos satisfacer plenamente las demandas digitales tanto de las poblaciones rurales dispersas como de las ciudades grandes, variadas y densas.
Los últimos obstáculos
A medida que las ciudades buscan capitalizar los beneficios de una conectividad mejorada a través del despliegue de banda ancha, su viaje puede incluir obstáculos. 5G no es simplemente una evolución de 4G; requiere una transformación masiva, exigiendo nuevas arquitecturas distribuidas utilizando infraestructura definida por software.
Cuando el gobierno invierte en este nuevo mundo definido por software, es imperativo recordar que está construido sobre bloques de construcción comunes de computación, almacenamiento y redes. Por ejemplo, 5G requiere múltiples ecosistemas impulsados por casos de uso y experiencias del usuario final, una infraestructura altamente distribuida y agilidad de carga de trabajo en un entorno nativo de la nube. Establecer esta línea de base en estándares abiertos interoperables preparará a los gobiernos para la innovación y la flexibilidad a medida que continúan en sus viajes de conectividad.
A medida que aprovechamos la conectividad mejorada para permitir nuevos casos de uso como parte de iniciativas más amplias de ciudades inteligentes, las redes deben estar equipadas para hacer frente a las amplias variaciones de uso asociadas con la vida cotidiana en una ciudad importante. A medida que el uso del ancho de banda constituyente cambia con los patrones de tráfico, los ciclos diurnos y nocturnos y los principales eventos de la ciudad, los líderes de TI deben centrarse en cómo estos factores estresantes afectan las redes.
No podemos aceptar el status quo cuando hemos visto lo que la tecnología y los datos pueden hacer cuando más se necesitan. A medida que crece la población, los servicios gubernamentales deben ser eficaces, eficientes y equitativos. Esta transformación es una evolución arquitectónica gradual y una oportunidad para que las comunidades y los gobiernos cierren la brecha de conectividad a medida que reconstruyen.