Daniel Ortega, en el poder desde 2007, aspira por octava vez a la Presidencia.
Por EFE
La democracia de Nicaragua se ha deteriorado por la «total indiferencia» de sus líderes, dijo este martes el enviado especial de Estados Unidos para el Triángulo Norte de Centroamérica, Ricardo Zúñiga, quien indicó que la gobernanza no es una prioridad para el país centroamericano.
«Estamos presenciando en tiempo real un ejemplo de lo que pasa cuando una buena gobernanza no es una prioridad, Nicaragua está experimentando un deterioro ocasionado por la total indiferencia de sus líderes hacia las instituciones y a las que deberían estar sirviendo», subrayó Zúñiga al participar en una videoconferencia del Encuentro Nacional Empresarial celebrado en Honduras.
Las instituciones nicaragüenses «no tienen la capacidad de hacer que sus líderes rindan cuentas», señaló Zúñiga al referirse sobre la situación en este país.
Estados Unidos se sumó a 70 países, a la Organización de Estados Americanos (OEA), el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas y la Unión Europea, para «denunciar los esfuerzos del presidente (de Nicaragua, Daniel) Ortega, y la vicepresidenta (Rosario) Murillo, de arrebatar a los ciudadanos nicaragüenses sus derechos democráticos en violación de los compromisos de Nicaragua bajo el Sistema Interamericano», destacó.
Argumentando diferentes razones, las autoridades nicaragüenses han detenido en las últimas semanas a Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga, Juan Sebastián Chamorro García y Miguel Mora, aspirantes a la presidencia, así como a otras figuras opositoras.
Daniel Ortega, en el poder desde 2007, aspira por octava vez a la Presidencia. Está en su segunda etapa al frente del país, tras coordinar una Junta de Gobierno de 1979 a 1985 y gobernar en solitario de 1985 a 1990.
Zúñiga dijo que es «responsabilidad de todos en la región, incluyendo a los vecinos de Nicaragua, responder a la ruptura de la democracia, nos afecta a todos en las Américas».
Los países de América pasan por «desafíos enormes, nos enfrentamos a perturbaciones económica, interrupciones políticas y sociales en muchos países, en muchos casos exacerbados por la pandemia», añadió.
Sin embargo, Zúñiga considera que también es «un momento de oportunidades», por lo que los países deben utilizar la actual crisis para comprometerse a impulsar medidas orientadas a mejorar las condiciones de vida de la población.
Los retos de hoy «son históricos, pero también es cierto que estos problemas tienen soluciones si existe la voluntad política para unir las fuerzas de un país, superando las divisiones y comprometiéndose al éxito de toda la sociedad», acotó el enviado especial del Gobierno de Joe Biden.