Los países parecen tener claro que el 2021 debe ser un año en que se priorice el diagnóstico para conocer los efectos de la pandemia.
Por La Estrella
Un estudio de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) evidencia que «la pandemia transformó a América Latina y el Caribe, la región con el cierre de escuelas más prolongado del mundo, con un promedio superior a los seis meses».
Esa conclusión se desprende de la encuesta «A un año del comienzo de la pandemia: Continuidad educativa y evaluación en América Latina y el Caribe en 2021», difundida este jueves, 17 de junio por su oficina la Oficina Regional de Educación en Santiago de Chile. Señala que a marzo de 2021 la mayoría de los países de la región se encontraba en diversas situaciones de cierre total o parcial.
«Hacia marzo de 2021, la mayoría de los países se encontraban en diversas situaciones de cierre total o parcial. Varios de ellos entraron o estaban viviendo de lleno una segunda ola de covid-19, y declararon tener problemas en infraestructura, conectividad, disponibilidad de elementos de higiene y protección y estándares mínimos de seguridad sanitaria», dice la Unesco en su informe del sondeo.
El instrumento se aplicó en marzo de 2021 y fue respondida por 18 países de la región: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.
Para el coordinador general del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación de la Unesco, Carlos Henríquez, la información recabada en este reporte nos permite conocer el estado de los sistemas educativos de la región con el fin de fortalecer acciones en la toma de decisiones para la respuesta a la pandemia.
“El foco hacia evaluaciones de diagnóstico debe ser una necesidad y consenso en estos momentos para conocer el estado de los aprendizajes de los estudiantes, pues es fundamental conocer dónde están en su trayectoria educativa para apoyarlos y, con ello, hacer todos los esfuerzos para que nadie se quede atrás”, destaca Henríquez.
En lo que respecta a las evaluaciones, el reporte evidencia que 14 de los 18 países encuestados tienen interés en generar diagnósticos respecto a los efectos de la pandemia en los aprendizajes, retomando las calendarizaciones suspendidas en caso de tener condiciones y profundizando en evaluaciones innovadoras como una vía para responder a las necesidades de los centros escolares y en los profesores para retroalimentar a los estudiantes en su trayectoria de aprendizaje.
En ese sentido, según el informe, se observó un uso creciente de la evaluación formativa en cinco países de la región, lo cual revela la importancia que se le ha ido dando a esta metodología que se enfoca en los procesos pedagógicos de cada estudiante de forma individualizada.
Este sondeo resaltó que los países parecen tener claro que el 2021 debe ser un año en que se priorice el diagnóstico para conocer los efectos de la pandemia.
El documento también exhorta a los países a ofrecer alternativas para aquellos estudiantes que permanezcan en modalidades remotas, a la vez de garantizar la seguridad de los estudiantes que asisten a clases presenciales.
Estas acciones serán fundamentales para dimensionar el impacto sobre los aprendizajes, coordinar apoyos pertinentes y tomar medidas adecuadas para subsanar las brechas y los retrocesos que se dieron en términos de calidad y equidad.