En la región, Nicaragua nunca cerró los centros educativos durante la pandemia, mientras que Costa Rica y Guatemala los reabrieron en febrero pasado.
Por EFE
Los países centroamericanos se comprometieron este miércoles a avanzar hacia la reapertura de los centros educativos en medio de la pandemia de la covid-19, con el fin de garantizar el derecho a la educación de los menores bajo protocolos preventivos.
Este compromiso fue ratificado durante una reunión del Consejo de Ministros de Educación del Sistema de Integración Centroamericana, en la que los ministros firmaron una declaración conjunta para avanzar hacia la apertura de los centros educativos de manera prioritaria, urgente y gradual.
UN REGRESO PAULATINO
Datos de Unicef indican que entre 11 y 12 millones de estudiantes centroamericanos aún no han regresado a clases presenciales debido a que sus escuelas permanecen cerradas.
En la región, Nicaragua nunca cerró los centros educativos durante la pandemia, mientras que Costa Rica y Guatemala los reabrieron en febrero pasado con una modalidad mixta entre clases presenciales y a distancia.
En República Dominicana -que forma parte del Sistema de Integración Centroamericana (SICA)- y El Salvador se tiene previsto el regreso paulatino a las lecciones presenciales desde el 6 de abril y Panamá evalúa la posibilidad del retorno para el segundo trimestre del año, según anunciaron los respectivos Gobiernos en días recientes.
En Honduras aún no se ha anunciado una fecha.
La ministra de Educación de Costa Rica, Giselle Cruz, cuyo país organizó la reunión regional en calidad de presidente pro tempore del SICA, dijo a EFE que en el contexto actual el intercambio de experiencias y la cooperación entre los países es fundamental para el retorno seguro a clases.
«Estamos ratificando el compromiso del derecho a la educación ante la situación critica de la covid. El compromiso es abrir los que no han abierto y mantener la vigilancia en los que ya abrieron con la aplicacion de protocolos», aseguró.
EL INTERCAMBIO DE EXPERIENCIAS
Cruz afirmó que el derecho a la educación se ratifica mediante acciones afirmativas que permitan a los niños y adolescentes la oportunidad de retornar a los centros educativos.
«No solo es el abordaje de contenidos pedagógicos. Hay elementos vitales en la vida de los estudiantes como el desarrollo de habilidades sociales, su salud mental y la protección en términos de alimentación. Todos estos son elementos valiosos», explicó la ministra.
Cruz relató la experiencia que ha tenido su país con el regreso a clases presenciales desde el 8 de febrero pasado y comentó que compartirla con el resto de países es importante para una retroalimentación que permita enfrentar mejor los desafíos tomando en cuenta el contexto y las condiciones de cada nación.
La ministra aseguró que por el momento no se ha detectado un brote de covid-19 asociado al regreso a clases presenciales en Costa Rica.
«Ha sido un retorno ordenado. Hemos visto el júbilo de los estudiantes, un gran compromiso y gran responsabilidad del cuerpo docente y la aplicación segura de los protocolos. Ha sido un primer mes para familiarizarse y que las familias vayan tomando confianza», expresó la ministra.
UNICEF APOYA EL REGRESO A CLASES
Los datos de Unicef indican que 3 de cada 5 menores que perdieron un año escolar completo en el mundo se encuentran en Latinoamérica y el Caribe y aproximadamente el 60 % de todas las personas estudiantes de esta región aún no han tenido acceso a clases presenciales.
La directora regional de Unicef para América Latina y el Caribe, Jean Gough, dijo en un comunicado que el compromiso del retorno a las aulas expresado por «todos los ministros de Educación» del SICA significa «un día de esperanza para millones de niños y niñas», ya que «Centroamérica no puede perder un segundo año escolar sin clases presenciales».
«Saludamos esta postura firme que apunta a garantizar el derecho a la educación de todos los niños, niñas y adolescentes de la región, en especial de los y las más vulnerables. Unicef está comprometido en apoyar y guiar su implementación. Es evidente que cada día más de cierre de las escuelas pone más en riesgo la educación de los niños y las niñas, especialmente de aquellos que no tienen acceso a internet y no cuentan con el apoyo de sus padres y madres en la casa», declaró Gough.