El sector inmobiliario de lujo (a partir de 1 millón de dólares) es otro de los grandes ganadores de esta crisis del coronavirus.
Por EFE
Miami y el sur de Florida vuelven a protagonizar en EE.UU. un boom inmobiliario, esta vez por la conjunción explosiva de la covid-19, la ausencia de impuesto estatal y una pujante oferta de economía abierta y de ocio al aire libre, hasta el punto que la venta de viviendas aumentó más del 20 % en 2020.
«Hemos visto un auge increíble en la venta de vivienda en 2020 y lo que va de año. Nunca imaginamos que este regreso (tras el estallido de la pandemia) fuese tan rápido y tan fuerte», dice a Efe Lynda Fernández, directora de comunicación de la Asociación de Agentes de Bienes Raíces de Miami.
LA COVID-19, UN ACELERADOR DEL MERCADO INMOBILIARIO
Fernández apunta que la covid-19 actuó como un «acelerador» desde agosto de 2020 de una «tendencia» ya visible que se vio reforzada con incentivos como los tipos de interés bajos, un entorno ideal para vivir y comprar vivienda y los guiños de las autoridades a las tecnológicas para que se instalen en la región.
Como un tsunami. Solo así se puede describir el asalto al inventario de propiedades en el condado de Miami-Dade (sureste de Florida), cuando a primeros de 2020 los precios estaban como en 2007 y se registraba un 44,6 % más de vivienda disponible.
En estos momentos, «solo hay tres meses de inventario (tiempo que se demora en vender)» para una vivienda unifamiliar, una caída a casi mínimos históricos, dice.
De enero de 2020 a enero de este año las ventas de vivienda unifamiliar en este condado aumentaron un 25,2 % y el precio medio se situó en 469.500 dólares en enero pasado, en momentos en que el interés de las hipotecas ronda el 2,7 %.
En cuanto a los condominios y chalet adosados, el precio medio estaba en enero pasado en 280.706 dólares, esto es, una subida del 14,3 %.
Una elevada demanda de propiedades que se constata también en los condados de Palm Beach y Broward, al norte de Miami, con una subida en 2020 del 12,3 % y 22,9 %, respectivamente, en el precio de los condominios respecto de 2019.
Curiosamente esos tres condados son los más golpeados por la covid-19 de los 67 que tiene Florida.
«No hay casi inventario, es muy escaso», sentenció la experta en bienes raíces, y pronosticó que «seguirán subiendo los precios» de la vivienda unifamiliar, adosados y condominios (apartamentos) dado que hay «más demanda que oferta».
SECTOR INMOBILIARIO DE LUJO: EL OTRO GANADOR DE LA CRISIS
El sector inmobiliario de lujo (a partir de 1 millón de dólares) es otro de los grandes ganadores de esta crisis del coronavirus.
Previo a la pandemia había un exceso de inventario de bienes inmuebles de lujo en Miami-Dade, pero entre 2020 y enero de 2021 las transacciones se dispararon un 114 % en vivienda unifamiliar y un 130 % en la compra de condominios, dice a Efe Jeniffer Wollmann, de la firma de bienes raíces Berkshier Hathaway, de EWM Realty.
«Vemos que el comprador de alto poder adquisitivo viene al sur de Florida no solo por cuestiones de ahorro, sino para adquirir una vivienda más grande y mejor por menos dinero que en Nueva York o Los Ángeles», precisa Fernández.
Un comprador nacional que busca además un espacio de residencia lo más agradable posible, consciente de que un nuevo confinamiento (que ha dejado indudables secuelas en la sociedad) puede ser posible en el futuro.
«En este momento, la mayoría de los compradores provienen de Nueva York, Nueva Jersey, Chicago y San Francisco», y presentan un perfil determinado: «Buscan principalmente espacio, tanto dentro como fuera de la casa, gimnasios, restaurantes gourmet y enclaves verdes», indica Wollmann.
Ejemplo de este apetito por el sector inmobiliario de lujo en el sur de Florida es la reciente venta de una vivienda unifamiliar que realizó EWM Realty en la ciudad de Pinecrest.
«La propiedad estaba listada (a la venta) por 2,7 millones de dólares. Tuvimos 14 visitas y 6 ofertas y todas comprometidas en la compra, contrato sobre contrato. Al final se vendió por 3,2 millones de dólares», comenta Wollmann.
Es tal la fiebre de compra de propiedades que, a menudo, apunta la agente de bienes raíces, «la gente compra sin siquiera ver la casa, casas de 1,5 millones de dólares. La visitan una semana después de realizar la compra».
TELETRABAJO, DIVERSIDAD CULTURAL Y CLIMA
Además, desde el estallido de la pandemia y la implantación del teletrabajo en multitud de sectores, muchos de los potenciales compradores continúan trabajando desde casa total o parcialmente, un factor que gravita sobre la decisión de mudarse al sur de Florida.
Wollmann vislumbra un panorama similar al que pinta Fernández: ventas de viviendas batiendo récords, «al menos hasta que los estados del norte abran del todo», y escasez de propiedades en inventario.
Para Wollmann, las razones de que el sur de Florida siga siendo un destino de referencia para los compradores e inversores en inmobiliaria son muchas: «Somos un estado donde es muy fácil abrir un negocio, no tenemos impuesto estatal, por lo que muchos se mudan aquí para ahorrar. Y contamos con hospitales de primer nivel y una diversidad cultural» muy atractiva.
Florida fue en 2020 el tercer estado en el que más personas de otros lugares de EE.UU. fijaron su residencia, según informó en enero pasado la compañía U-Haul.
En 2020 llamó la atención la llegada a Florida de neoyorquinos, que cada vez en mayor número se asientan en el turístico estado. Y según el informe Miami Report, de ISG World, cerca de un millar de personas se mudan todos los días a Florida.