Mientras el primer organismo instó a los países ricos a aumentar su inversión pública, el otro pidió reducir la carga de la deuda de los países pobres.
Por El Salvador
El Fondo Monetario Internacional (FMI) exhortó el lunes a los países ricos a aumentar la inversión pública para acelerar la reactivación de la economía, afectada por la pandemia de coronavirus, dejando de lado así su tradicional preocupación por la deuda.
Las inversiones públicas tienen “un papel central” en la reactivación económica, consideró el organismo, al destacar que los países ricos deberían beneficiarse de los costos históricamente bajos de los créditos para aumentar inmediatamente sus gastos de mantenimiento de infraestructura.
El mundo está en recesión pero “estamos en una situación inédita con costos de crédito muy bajos, infraestructura en deterioro, incluso en las economías avanzadas”, y muchas personas en paro que necesitan trabajar, argumentó Paolo Mauro, uno de los responsables del departamento de Asuntos Presupuestales del FMI.
“La inversión pública puede aportar ese apoyo necesario a la actividad económica y a la creación de empleo”, añadió el economista al presentar un capítulo del informe sobre vigilancia presupuestal antes de las reuniones de otoño boreal del FMI.
Según el Fondo, aumentar la inversión pública en un monto equivalente a 1% del PIB en dos años estimularía el crecimiento en 2.7%, la inversión privada en 10% y el empleo en 1.2% a nivel global, si se trata de inversiones “de alta calidad”.
“En Europa eso crearía entre 2 y 3 millones de empleos, en Estados Unidos serían casi dos millones de empleos”, precisó Mauro.
Según las estimaciones del Fondo, entre dos y ocho empleos son creados por cada millón de dólares invertido en infraestructura tradicional, y entre cinco y 14 empleos nuevos se crean por cada millón invertido en investigación y desarrollo, electricidad sostenible o edificios eficientes energéticamente.
Banco Mundial pide reducir la deuda
El presidente del Banco Mundial, David Malpass, exhortó este lunes a reducir la “carga de la deuda” de los países pobres, destacando que la moratoria acordada a instancias del G20 no es suficiente.
“La suspensión del servicio de la deuda es un recurso temporal importante, pero no es suficiente”, declaró Malpass en una conversatorio virtual en Fráncfort antes de las reuniones de otoño boreal del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El directivo señaló que hay “demasiados acreedores” que no participan en la moratoria, lo que hace que el alivio de la deuda sea muy “superficial” como para responder a las necesidades presupuestarias de los países.
Una iniciativa para suspender el servicio de la deuda fue anunciada en abril y entró en vigor el 1 de mayo durante un año.
Esta iniciativa beneficia a más de 70 países pobres, incluidos Honduras, Haití y Nicaragua, y el Banco Mundial y el FMI quieren prolongarlo hasta finales de 2021.
Malpass reiteró que el acuerdo contempla diferir el pago pero no reducir el monto de la deuda.
“Teniendo en cuenta la intensidad de la pandemia, deberíamos actuar de forma urgente para reducir significativamente la deuda de los países con problemas de sobreendeudamiento”, indicó.
El FMI y el Banco Mundial celebran sus reuniones de otoño boreal la próxima semana en Washington, la segunda cita semestral virtual debido a la pandemia.