Podríamos definir la firma digital como una solución tecnológica que ofrece tanto seguridad como confianza a los documentos electrónicos.
Por Revista Summa
El uso de tecnologías tiene grandes ventajas, como la comodidad. Sin embargo, se deben tener en cuenta aspectos como la vulnerabilidad al fraude digital. Así como existen los fraudes tecnológicos, existen las soluciones tecnológicas, y una de ellas es la firma digital.
Hay conciencia en las organizaciones en el tema de la seguridad de la información, por el alto grado de sofisticación de algunas empresas y porque ya es un tema global que las afecta, pero es necesario sensibilizar al público en general y capacitar a estas organizaciones en temas específicos.
El uso de la firma digital es un factor muy importante y esencial en el desarrollo de la sociedad digital, ya que su uso potencia la implementación de nuevos servicios. La firma de documentos digitales permite a los trabajadores remotos firmar documentos de forma segura en cualquier momento, desde cualquier lugar del mundo y en cualquier dispositivo. Ahora es el momento perfecto para incorporar la firma digital porque es legalmente vinculante, ahorra tiempo, es segura y nunca caduca. También permite que las personas y organizaciones agreguen una firma digital a un documento para demostrar la identidad y autenticidad del remitente desde donde se encuentren, y generalmente es más rápido que si tuvieran que firmar documentos en persona o con un notario.
Una firma digital es un hash cifrado de un mensaje que puede ser descifrado por cualquier persona con una copia de su clave pública. Para funcionar, una firma digital requiere un certificado con información de identificación del titular del certificado para garantizar que la identidad sea precisa. Las autoridades de certificación, como DigiCert, validan la autenticidad de quienes solicitan un certificado digital antes de emitir el certificado en su nombre. Si se manipula el documento, la firma se romperá. La firma asegura al destinatario que la integridad del documento sigue intacta.
La firma digital se ha ido implementando poco a poco en Centroamérica, ya que principalmente permite una transformación sustancial en las tareas administrativas habituales de las empresas, brindando un servicio más ágil y eficiente para los ciudadanos y más aún en esta época de aislamiento. Al ser digital, permite rastrear archivos y verificar la gestión de todos los actos administrativos, desde el inicio de su tramitación hasta su finalización, sustituyendo el uso del archivo en papel (con todos los costes y el impacto medioambiental directamente relacionado). En una correcta implementación, satisface las necesidades y requisitos en materia de registro, gestión, información, control y estadísticas. Simplifica, automatiza y proporciona la máxima
transparencia a todos los procesos.
Dado el contexto actual con la pandemia, instituciones y empresas han planteado la idea de fortalecer el uso de firmas digitales, pero lamentablemente aún no hay confianza en su veracidad y seguridad. Esto, en parte, se debe a lo que sería una falta de interés de las organizaciones para invertir en el fortalecimiento de su seguridad digital, especialmente en lo que respecta a la protección de datos personales.
“El phishing es una de las formas más utilizadas por los ciberdelincuentes. Consiste en hacerse pasar por terceros, como bancos, para engañar a las víctimas y obtener cambios de datos sensibles, que suelen ser contraseñas y fechas de vencimiento de tarjetas de crédito. Un ejemplo de esto son los mensajes de texto que los ciberdelincuentes distribuyen haciéndose pasar por un banco influyente en el país”, afirmó – Dean Coclin, Director Senior de Desarrollo de Negocios de Digicert.
Pero no todas las picaduras de anzuelos se deben a la ingenuidad de las personas, ya que muchos de estos ataques están dirigidos a empresas y organizaciones que corren el riesgo de perder cientos de millones de pesos. Un ejemplo de esto son los llamados ransomware, es decir, archivos de código malicioso que se instalan en las redes informáticas de las empresas y secuestran información para pedir un rescate a cambio. Es importante que las empresas inviertan en seguridad y protejan los datos personales de sus clientes y más si se trata de una firma digital.