La iniciativa, que tiene una visión de 10 años, está prevista para implementarse en tres fases.
Por EFE
Costa Rica lanzó la semana anterior una estrategia de bioeconomía que busca mejorar los sistemas productivos para que sean más eficientes, mantengan las cadenas de valor y hagan un aprovechamiento sostenible de los recursos.
La iniciativa, liderada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología y el de Agricultura y Ganadería, pretende que la bioeconomía sea uno de los pilares de la transformación productiva del país, promover la innovación, el valor agregado, la diversificación y la sofisticación de su economía, así como impulsar la descarbonización de los procesos de producción y consumo.
«En un contexto de pandemia como país nos reta a acelerar el paso hacia la bioeconomía que permitirá incidir en el desarrollo de nuestras regiones y su productividad», afirmó en el acto el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado.
La propuesta fue parte de la agenda del mandatario costarricense durante una gira a Alemania en mayo de 2019, país que ha cooperado en la construcción del proyecto.
La Estrategia Nacional de Bioeconomía es un marco para integrar propuestas públicas y privadas, alinear incentivos e inversiones públicas y orientar la iniciativa privada, articulando diversos ámbitos relacionados con lo productivo y lo ambiental.
La iniciativa, que tiene una visión de 10 años, está prevista para implementarse en tres fases: de impulso (2020-2022), de escala (2022-2026) y de consolidación (2026-2030).
Por medio de estas tres fases las autoridades esperan potenciar el uso de la riqueza biológica y las capacidades de Costa Rica en el ámbito científico basándose en el conocimiento y en el aprovechamiento sostenible de los activos biológicos del país.
«La bioeconomía representa una gran oportunidad para impulsar el desarrollo regional, ya que sirve como complemento de las actividades productivas existentes, diversificándolas, fomentando el valor agregado y haciéndolas más sostenibles al aprovechar de manera responsable los recursos naturales e incluso los desechos generados localmente», explicó la ministra de Ciencia y Tecnología, Paola Vega.
En el lanzamiento Vega firmó un acuerdo de entendimiento con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo con el objetivo de potenciar la movilización de recursos técnicos y financieros para incentivar los bionegocios en el marco de la estrategia de bioeconomía y la Iniciativa Finanzas para la Biodiversidad (BIOFIN).
La estrategia nacional también es un esfuerzo del Ministerio de Ambiente y Energía, Economía, Industria y Comercio, mientras que el proceso de formulación contó con el apoyo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el apoyo financiero del programa de cooperación con Alemania.