Es el buen momento para explorar nuevas cosas. Los restaurantes y los clubes llenos ya no están de moda pero los chefs a domicilio sí.
Por AFP / Fotografía Karim SAHIB
Pese a la distancia de seguridad y a las medidas contra el coronavirus, Dubái intenta recuperar el lujo en sus restaurantes y sus centros comerciales, aunque ahora los vasos son de plástico y los platos de papel.
En un conocido restaurante de Dubái, los camareros recorren las mesas a buena distancia unas de otras sirviendo vino en vasos de plástico y bistecs en platos de papel.
«La próxima vez puede traer sus propios cubiertos», dice a una pareja un camarero de este local, conocido por ofrecer una experiencia gastronómica única.
Dubái, el más conocido de los siete miembros de la federación de Emiratos Árabes Unidos, vuelve progresivamente a la normalidad pero con las restricciones en vigor el ambiente no es el mismo de antes.
«El lujo ya no es tan lujoso», dice a la AFP una sueca de 31 años. «No creo que las cosas vuelvan a la normalidad hasta dentro de mucho tiempo», asegura.
– «Reinventarse» –
Dubái, con pocos recursos petroleros en comparación con sus vecinos, presume de tener la economía más diversificada del Golfo y tiene una reputación de centro financiero, comercial y turístico.
La ciudad es conocida por sus gigantescos centros comerciales, sus restaurantes de lujo, sus discotecas y sus complejos hoteleros de cinco estrellas, todos muy afectados por la crisis sanitaria.
Las costumbres tendrán que cambiar, estima Karen Young, una investigadora del American Enterprise Institute, sobre las maneras de viajar, consumir y divertirse.
«Es el buen momento para explorar nuevas cosas. Los restaurantes y los clubes llenos ya no están de moda pero los chefs a domicilio sí», dice a la AFP.
«No podemos esperar un retorno a la normalidad tan pronto. La recuperación necesitará reinventarse», asegura.
Pese al levantamiento de parte de las restricciones, es obligatorio llevar mascarilla en la calle y sigue en vigor un toque de queda nocturno.
Los habitantes pueden ir a la playa, cenar en restaurantes y comprar en los centros comerciales que ahora pueden funcionar al 100% de su capacidad.
Las conocidas aguas de la fuente de Dubái –una de las atracciones más populares de la ciudad– vuelven a funcionar al son de la música, junto al Burj Khalifa, el rascacielos más alto del mundo.
– Ingresos a la baja para el turismo –
El turismo es un sector clave de la economía del emirato, que acogió más de 16 millones de visitantes en 2019. Antes que la pandemia paralizara el tráfico aéreo mundial, las autoridades preveían 20 millones de turistas este año.
Según la consultora STR Global, 30% de los puestos de trabajo de la industria hotelera de Dubái se perderán probablemente en los últimos meses, hasta que se recupere la demanda.
«Habrá muchos menos viajes de grupo», dijo el jefe del departamento de turismo de Dubái, Hilal Al Marri, a la agencia Bloomberg en abril.
«Esto afecta verdaderamente a la industria hotelera y del turismo y sus ingresos, por eso habrá que responder a los desafíos», destacó.
Los hoteles de lujo y los centros de vacaciones funcionan con capacidad reducida y muchos de ellos hacen descuentos a los residentes para compensar la ausencia de turistas extranjeros.
Pero sus bares junto a las piscinas, que atraen a los jóvenes en pleno verano, con un calor sofocante, siguen cerrados hasta nueva orden.
Algunos clientes siguen siendo prudentes pese a que los bares y los comercios trabajan para crear un entorno seguro para sus clientes.
«Me lo pienso dos veces antes de gastar para salir, sobre todo si mi salud puede ser el precio», dice la expatriada sueca.