Escenarios, tecnología y educación en línea, los desafíos para el liderazgo que viene.
Por Revista Summa
El futuro siempre es incierto, sin embargo, los líderes de organizaciones públicas y privadas tienen la responsabilidad de analizar y explorar caminos para que sus compañías o las instituciones que encabezan, puedan continuar existiendo luego de la pandemia del Covid-19 y poder pensar si su actividad es sustentable para los próximos años.
La finalidad de estos análisis debe ser tener una mayor información y capacidad en la toma de decisiones para los tiempos complejos y sin precedentes que corren. En definitiva, brindar un marco de referencia y poder accionar en consecuencia. El acceso al conocimiento y la información “curada” o estructurada se tornó, más que nunca, vital para la transformación que necesitan las organizaciones.
En este contexto, las herramientas de formación y entrenamiento adquieren cada vez más relevancia y se convierten en poderosas herramientas para el liderazgo. En la “nueva normalidad”, las experiencias de aprendizaje en línea como las diseñadas e implementadas por Capabilia marcarán el rumbo de las organizaciones que apuestan por la educación e innovación.
Cuatro escenarios para la nueva normalidad
El estudio publicado recientemente por Deloitte, “Escenarios para líderes resilientes”, esbozó cuatro posibles escenarios post-Covid para los próximos tiempos. El análisis se basó en una evaluación crítica de tendencias e incertidumbres, para proponer posibles estadíos y en base a ellos tomar medidas y decisiones integrales y consensuadas.
El primer escenario que vislumbraron fue el de una situación pandémica contenida a través de un fuerte apoyo gubernamental, a expensas de las PyMES y las entidades de ingresos medios a bajos. En el segundo propusieron una crisis prolongada y que daba por resultado políticas proteccionistas que dañaban el intercambio de bienes y servicios a nivel global y donde se acortan las cadenas de suministro existentes. En tercer lugar, el entorno requería que los gobiernos fueran apoyados por grandes empresas en la solución de la pandemia. Esto encaminaría a la economía global, en una dominada por el capitalismo de las partes interesadas. Por último, proyectaron que las naciones del este de Asia, como China, se recuperarían con mayor rapidez y ello redundaría en un mayor poder global. Esto crea un cambio masivo en las oportunidades comerciales.
Estos escenarios son posibilidades puramente especulativas y no exhaustivas. Sin embargo, es necesario que las organizaciones planifiquen su estrategia a largo plazo frente a un contexto mundial imprevisible y volátil.
Lo único que permanece es el cambio
La nueva normalidad se convirtió en un término de moda por estos tiempos, a medida que la economía se reestructura. Las operaciones de las compañías se modificaron junto con los métodos de gestión de los colaboradores y en muchos casos, el core del negocio sufrió modificaciones sustanciales.
Una primera adaptación y respuesta fue el impulso al trabajo remoto, una actividad que algunas compañías ya lo contemplaban, pero la mayoría no. El trabajo remoto se convirtió en una regla, más que en una excepción.
El home office resultó en la necesidad de una mayor conciencia digital y conocimiento de TI. Es probable que en un futuro muy cercano, la institución trabajo se vaya flexibilizando aún más y que prospere de manera más decisiva con una mejor alfabetización digital. Esto puede resultar en un mayor uso de los sistemas en la nube, charlas periódicas de higiene cibernética y soporte adicional para que cada vez más hogares estén preparados para trabajar de forma remota.
Al mismo tiempo, las oportunidades de aprendizaje online cobran relevancia porque ayudan a mejorar la experiencia laboral impulsando la autogestión y la capacitación en habilidades que impactan en la producción, la creatividad y lo cognitivo. Esto alienta a los equipos de trabajo brindándoles motivación y desarrollo profesional.
Los informes especializados explican que las experiencias de aprendizaje virtual durante la pandemia del COVID-19 demostraron ser efectivas, ya que los estudiantes retienen entre un 25 y un 60% más de conocimientos en comparación con las sesiones de clases tradicionales.
En ese sentido, Capabilia reafirma esta tendencia. “La inestabilidad y la incertidumbre abundan durante este proceso disruptivo donde el tiempo para adaptarse es escaso, y las compañías deben innovar más rápido que nunca. Es probable que el futuro inmediato implique cambios continuos en el lugar de trabajo, donde la educación y capacitación a través de plataformas de aprendizaje juegan un papel clave para el desarrollo personal, social y organizacional. Será un must ineludible”, explica Martín Sola, CEO de Capabilia.
Claves de un liderazgo puesto a prueba
Los líderes de la organización deben estar bien preparados para resistir los retos que están adelante. La tecnología ha consolidado su rol como el insumo clave de diversos modelos de negocios lo que se ha demostrado con mayor contundencia durante este año. Diversas industrias han brindado ejemplos de una sincronizada sinergia en la adaptación al uso tecnología, potenciado el valor final añadido. Los ejemplos incluyen a las cadenas de alimentos, la medicina y el eCommerce.
La nueva normalidad va a requerir que los líderes pongan a prueba sus capacidades y se lleve su poder de resiliencia al máximo, con el foco puesto en la tecnología pero sin descuidar la operación humana, que sigue siendo el componente clave en los diversos procesos. Los algoritmos integrados de los programas son útiles para ejecutar cálculos complejos y tareas mundanas y se integrarán definitivamente al paisaje laboral. No habrá sustitución lineal, pero sí mucha exigencia de adecuación.
Por ello, los líderes deben continuar y profundizar el entrenamiento y capacitación de su fuerza laboral en las habilidades tecnológicas relevantes, para mantenerse un paso adelante de la competencia. Las organizaciones deberían reenfocar su presupuesto en capacitación tecnológica y en el desarrollo de habilidades profesionales.
Aquellos que estén en puestos directivos deben considerar las nuevas necesidades de cada persona de su organización. Alejarse del punto de vista tradicional donde los colaboradores son meros activos para una empresa. Esto significa invertir más tiempo en identificar otras necesidades en el estilo de vida de sus colaboradores. En estos tiempos, los líderes organizacionales deben preocuparse tanto por el individuo como por el contexto donde desarrollan la tarea dado que ya no está bajo injerencia directa de la empresa, como ocurre en las oficinas tradicionales.
Finalmente, tienen que involucrar a todos los interesados en la discusión de los caminos a seguir, para apalancar la alineación y sustentabilidad de los intereses de todo el ecosistema de su organización.