Las empresas que prioricen la diferenciación, la sostenibilidad y la agilidad operativa estarán mejor posicionados para prosperar en este entorno desafiante.
Por Revista Summa
Según la encuesta global de McKinsey & Company el “Estado de la Moda en 2025: desafíos a cada paso”, el año entrante será un periodo lleno de oportunidades para esta industria, que durante el 2023 registró una producción entre 2.500 millones y 5 mil millones de artículos, con un valor calculado entre $70 mil millones y $140 mil millones en ventas.
El informe destaca la importancia para el sector de la moda de identificar y aprovechar oportunidades para aumentar sus ventas durante el 2025, como por ejemplo, las políticas de precios y la atención al cliente. La encuesta encontró que el 70% de los consumidores están dispuestos a seguir realizando compras al por menor o en puntos de venta si hay descuentos; asimismo, el 75% afirmó que estarían dispuestos a gastar más de lo que tienen presupuestado para compras relacionadas con la moda si reciben un trato de alta calidad.
Los consumidores están regresando a las tiendas físicas en los niveles prepandemia, pero también continúan adoptando comportamientos digitales. Los mercados de reventa y productos de descuento están en auge, lo cual refleja una tendencia hacia el consumo consciente del precio.
Tanto los consumidores y líderes de la industria encuestados coincidieron en tres grandes áreas de en las que el sector tiene oportunidades: impulsar la diferenciación, la sostenibilidad y la agilidad operativa.
Cuando se habla de diferenciación se toman en cuenta varios aspectos, no solo a nivel de diseños, si no en la estrategia para colocar los productos, porque las marcas que puedan adaptarse rápidamente a los cambios podrían encontrar mejores oportunidades incluso en este entorno complicado. Pueden, por ejemplo, realizar una localización de modelos de mercado, a través de la adaptación de las estrategias para captar a consumidores en mercados emergentes. Igualmente, ampliar los rangos de precios para ofrecer opciones más asequibles y de alta calidad, y garantizar la atracción de los clientes y, finalmente, ofrecer innovación en la experiencia de compra, la experiencia en tienda y aprovechar tecnologías como la inteligencia artificial para facilitar la personalización y la recomendación de productos.
La segunda área de oportunidades es la sostenibilidad. La crisis climática sigue siendo una fuerza que impulsa cambios en las cadenas de suministro y en el comportamiento de los consumidores. Sin embargo, persisten barreras significativas para alcanzar los objetivos de sostenibilidad. Dos acciones estratégicas para lograr este objetivo son, que la industria trabaje en conjunto para lograr un impacto real en la sostenibilidad y la adopción de nuevas tecnologías para mejorar la eficiencia y reducir las emisiones. Un ejemplo puntual es el esfuerzo que realiza Bangladesh, donde el 40% de la industria de la moda será impulsado por energías renovables para 2041.
El tercer gran aspecto de oportunidad para el sector de la moda es la agilidad operativa. En este punto, la Inteligencia Artificial (IA) puede jugar un papel relevante, ya que el 50% de ejecutivos en el mundo de la moda ven a la IA generativa como una excelente opción para crear nuevos productos y estrategias de venta y simplificación de procesos operativos. La encuesta reveló que los consumidores están abrumados por la cantidad de opciones disponibles, lo que afecta su compromiso y tasas de conversión. Por lo tanto, aprovechar el potencial de la IA puede ofrecer experiencias personalizadas y simplificar el proceso de descubrimiento y las herramientas avanzadas de búsqueda ayudan a los consumidores a encontrar lo que desean más fácilmente.
El informe concluye que el panorama de la moda en 2025 será complejo, pero también lleno de oportunidades para las marcas que puedan adaptarse rápidamente. Los líderes que prioricen la diferenciación, la sostenibilidad y la agilidad operativa estarán mejor posicionados para prosperar en este entorno desafiante.