Los países de la UE han pedido esta semana a la Comisión Europea que evalúe las candidaturas de Ucrania, Moldavia y Georgia.
Por EFE
Los líderes de la Unión Europea (UE) descartaron este viernes, al término de una cumbre de dos días en Versalles (Francia), una adhesión rápida de Ucrania, como ha pedido su presidente, Volodímir Zelenski.
«Debemos mostrar un gran respeto por los ciudadanos y los líderes ucranianos. Puedo entender la respuesta emocional y las expectativas. Ayer la UE dio un fuerte y claro mensaje de que el destino de Ucrania está en Europa», dijo en una rueda de prensa el presidente francés, Emmanuel Macron, al término de la reunión.
«Pero ¿podemos tener medidas excepcionales con un país que está en guerra? La respuesta es no», sentenció.
El presidente francés afirmó que «con la situación geopolítica y el trágico retorno de la guerra (…) tenemos que pensar en cómo queremos organizar una Europa más grande, que no es necesariamente una Europa con las mismas políticas que tenemos otros países en la UE».
Los países de la UE han pedido esta semana a la Comisión Europea que evalúe las candidaturas de Ucrania, Moldavia y Georgia, para ver si cumplen los criterios de Copenhague: el respeto a los valores fundamentales de la Unión Europea, la existencia de instituciones que garanticen la democracia y una economía de mercado.
Los Veintisiete hicieron el mandato a la Comisión tan solo una semana después de que Zelenski firmara la carta de adhesión, frente a los ocho meses de media que se tardó con las aplicaciones de los países de los Balcanes occidentales.
«Esto demuestra que hay en marcha un proceso completamente diferente», dijo la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula Von der Leyen, en la misma conferencia de prensa, en la que aseguró que «hay condiciones para formar parte de la UE».
La dirigente alemana enfatizó también el apoyo de la UE a Ucrania a corto plazo, al asegurar que tener una Ucrania libre y democrática tras la guerra significará que habrá una gran reconstrucción del país con un fuerte apoyo de la UE».