Para Tupperware, el reto está en pelear contra los costos crecientes de los intereses de sus préstamos mientras trata de mejorar el negocio.
Por BBC Mundo
Tupperware, el fabricante estadounidense de recipientes para almacenar alimentos, advirtió que podría quebrar a menos de que consiga nuevas fuentes de financiación con urgencia.
La compañía de 77 años anunció en un comunicado que existen «dudas sustanciales» sobre su capacidad para seguir en marcha como empresa.
Tupperware ha intentado reposicionarse para atraer un público más joven, pero no ha podido detener la caída de sus ventas.
El lunes, el precio de las acciones de la compañía vio una caída de casi 50% antes de recuperarse ligeramente el martes.
Las «fiestas Tupperware»
La empresa se hizo conocida en las décadas de los años 1950 y 1960 por las llamadas «fiestas Tupperware» que se celebraban en casas particulares para vender los famosos contenedores de plástico para almacenar alimentos.
Tupperware todavía usa una fuerza laboral de comercio directo -donde las personas ganan un porcentaje de todos los recipientes que venden-, además de vender productos en su página web.
Recientemente empezó a vender sus productos también en la cadena de tiendas minoristas estadounidense Target, buscando atraer compradores más jóvenes y a otros minoristas similares en todo el mundo.
Además, ha expandido su gama de productos hacia los utensilios de cocina, diseñando artículos como una parrilla que funciona en el microondas.
Miguel Fernández, el tercer director ejecutivo de Tupperware en un período de cinco años, dijo que la parrilla la concebía como un producto «para alguien que vive en un apartamento de Nueva York y no puede salir a cocinar a la parrilla».
Problemas de «productos y distribución»
Neil Saunders, director general de ventas minoristas de la consultora GlobalData, dijo que Tupperware «fracasó a la hora de evolucionar con los tiempos en cuanto a sus productos y distribución».
Saunders apuntó que el método de ventas directas a través de las fiestas Tupperware «no conecta» con los clientes más jóvenes y que hasta los clientes mayores que «recuerdan a Tupperware en su apogeo» han evolucionado.
Así, los clientes optan por comprar contenedores más baratos o de moda tanto en tiendas como en línea.
Los clientes jóvenes también se han visto atraídos hacia los productos reutilizables, más amigables con el medio ambiente -como el papel de cera de abejas- a la hora de satisfacer sus necesidades de mantener la comida fresca.
Y aunque Tupperware reportó un leve incremento en sus ventas durante la pandemia, cuando las personas estaban cocinando en sus casas, fue una subida que duró poco.
La caída de un grande
Tupperware dijo en un comunicado en marzo que en 2022, su fuerza laboral de vendedores directos se redujo en un 18% en comparación con el año anterior.
La empresa también se vio afectada por los cierres en China por la pandemia de covid-19, los cuales interrumpieron gravemente el acceso a todo tipo de productos.
La firma agregó que sus acciones estaban en peligro de ser eliminadas de la Bolsa de Nueva York porque todavía no había presentado su informe anual.
Y advirtió que tendrá que restructurar su deuda una tercera vez, después de haber tenido que hacerlo ya dos veces desde agosto de 2022.
Para Tupperware, el reto está en pelear contra los costos crecientes de los intereses de sus préstamos mientras trata de mejorar el negocio.
Ante este panorama, la compañía admitió que «actualmente prevé la posibilidad de no tener una liquidez adecuada en el corto plazo» y agregó que su continuidad está en riesgo.
Un futuro incierto
Hace apenas un mes, la directora financiera de Tupperware, Mariela Matute -que se unió a la empresa en mayo del año pasado- dijo estar tranquila sobre el futuro a corto plazo de la compañía: «Estamos confiados de que vamos a poder operar sin ninguna duda sustancial en 2023».
Pero en su comunicado, Tupperware dijo que los resultados financieros de 2021 y 2022 -igual que sus cifras intermedias de 2021 y las de los primeros tres meses de 2022- se presentaron erróneamente por el método que se usó para contabilizar los impuestos y arrendamientos de la compañía.
Debido a esto, el valor de las acciones de Tupperware subió un 5,6% el martes, después de haberse desplomado un 50% el lunes.
La compañía dijo que está trabajando con asesores financieros para asegurar más dinero e inversión. También señaló estar examinando si puede vender propiedades y recortar empleos.
Pero Saunders expresó sus dudas sobre si Tupperware podrá hacer lo suficiente para darle la vuelta a la situación a estas alturas.
Dijo que si la empresa hubiera implementado cambios -como adoptar la venta en tiendas o la venta al por mayor- hace 10 años, hoy no estaría en la situación en la que está.
Sin embargo, también subrayó que la marca todavía goza de un gran reconocimiento, y que podría atraer la atención de un gigante minorista como Walmart, o incluso de alguien como Amazon.
Los inicios
Tupperware fue fundada por Earl Tupper, un químico estadounidense, en 1946.
Sus productos herméticos de polietileno -a prueba de aire y agua gracias a su tapa de doble sellado- empezaron a venderse en grandes almacenes, pero no lograron el éxito que se esperaba porque los clientes tenían problemas a la hora de usarlos.
La gente estaba acostumbrada a los productos de vidrio y de cerámica, y a este nuevo contenedor de Tupperware se le tenía que extraer el aire para poder sellarlo.
Una mujer llamada Brownie Wise, que ya vendía productos de limpieza en fiestas caseras, empezó a comerciar también los productos de Tupperware.
Usó demostraciones para atraer clientes y reclutó a otras vendedoras para que la ayudaran.
Tupper terminó contratando a Wise, lo que ayudó a impulsar el crecimiento del negocio a través de fiestas caseras, algo que a su vez les permitió a muchas mujeres generar ingresos.
Pero se cree que el fundador y su vicepresidenta chocaron por la estrategia de la compañía y en 1958, Tupper despidió a Wise. Ella demandó a la empresa y recibió un año de salarios en compensación.