Costa Rica tiene la oportunidad de consolidarse como proveedor estratégico de chips y otros bienes esenciales.
Por Revista Summa
El retorno de Donald Trump a la Casa Blanca plantea un nuevo panorama para América Latina. Con su posesión programada para enero de 2025, las políticas anticipadas podrían reconfigurar las relaciones económicas y políticas en la región. Para Costa Rica, estas dinámicas podrían representar una combinación de oportunidades y desafíos clave.
«Estados Unidos busca fortalecer a Latinoamérica para reducir la migración hacia su territorio, incentivando el comercio y la producción regional de bienes estratégicos como los chips semiconductores, en los cuales Costa Rica puede desempeñar un papel crucial», afirmó Malberth Cerdas, docente de Administración de Negocios y Economía de la Universidad Fidélitas.
Oportunidades para Costa Rica
Estados Unidos ha mostrado un creciente interés en diversificar su cadena de suministro, reduciendo la dependencia de China en sectores críticos como la tecnología. Costa Rica, con su experiencia en manufactura avanzada, está bien posicionada para consolidarse como proveedor confiable de chips semiconductores. Su reputación como un país estable y seguro para inversiones respalda esta oportunidad.
De hecho, la Universidad Fidélitas ya está preparando profesionales mediante técnicos en Semiconductores y Embebidos, lo que asegura la disponibilidad de mano de obra especializada para esta gran apuesta nacional. Este enfoque estratégico podría convertirse en un pilar del crecimiento económico costarricense en los próximos años.
Por otro lado, los productos tradicionales de exportación de Costa Rica, especialmente bienes de primera necesidad, probablemente continuarán ingresando al mercado estadounidense sin barreras arancelarias, lo que mantendrá un flujo constante de ingresos para el país. Además, el turismo desde Estados Unidos también tiene perspectivas positivas. La consolidación de Costa Rica como destino sostenible podría impulsar un mayor número de visitantes, fortaleciendo el sector turístico.
Un dólar más estable y una mayor cooperación en seguridad
El comercio internacional impulsado por una relación más estrecha con Estados Unidos podría estabilizar el tipo de cambio en Costa Rica durante varios años. No obstante, esta afirmación dependerá de factores externos como la política monetaria de la Reserva Federal y los precios internacionales de las materias primas.
En el ámbito de la seguridad, Costa Rica ha intensificado su lucha contra el narcotráfico, posicionándose como un modelo regional. Este esfuerzo podría traducirse en un mayor apoyo de Estados Unidos, tanto en términos de recursos como de cooperación bilateral. «Este respaldo no solo beneficiará a Costa Rica, sino que también podría servir de ejemplo para otros países en Centroamérica», mencionó Cerdas.
Por otro lado, la designación de Marco Rubio en el gabinete, con su postura anticomunista, podría endurecer las políticas hacia gobiernos como los de Venezuela, Cuba y Nicaragua. Este enfoque podría influir indirectamente en la estabilidad regional, generando tanto retos como oportunidades para países alineados con las políticas estadounidenses.
Un llamado a la preparación estratégica
«Costa Rica debe estar atenta y preparada para aprovechar las oportunidades que este nuevo contexto puede ofrecer», concluyó Cerdas. «Desde fortalecer su rol como proveedor de tecnología hasta mantener una estrecha cooperación en temas de seguridad y turismo».
Para lograrlo, el país debe continuar invirtiendo en educación y formación técnica, así como en políticas de sostenibilidad que consoliden su imagen positiva a nivel internacional. Este enfoque permitirá que Costa Rica no solo sea beneficiario de estas nuevas políticas, sino también un líder regional en adaptarse y prosperar bajo el nuevo panorama geopolítico.