Con 78 años, siete meses y seis días, Trump se convierte en el presidente de mayor edad en la historia del país al tomar posesión.
Por EFE
Donald Trump tomó este lunes posesión como presidente número 47 de Estados Unidos, en una ceremonia de investidura que se celebra en el interior del Capitolio por el frío.
Trump prestó juramento con la mano derecha en alto y la izquierda sobre las mismas dos biblias que utilizó en su primera toma de posesión en 2017: su Biblia personal y la del expresidente Abraham Lincoln.
Los ejemplares fueron sostenidos por la primera dama, Melania Trump, mientras que el presidente del Tribunal Supremo, el juez John Roberts, le tomó juramento.
«Yo, Donald John Trump, juro solemnemente que desempeñaré fielmente el cargo de presidente de Estados Unidos y que, en la medida de mis habilidades, preservaré, protegeré y defenderé la Constitución de Estados Unidos», declaró Trump.
Una vez que terminó de pronunciar esas palabras, una salva de cañones resonó en el Capitolio, seguida por el sonido de Salve al Jefe, el himno personal del presidente de los Estados Unidos.
Con 78 años, siete meses y seis días, Trump se convierte en el presidente de mayor edad en la historia del país al tomar posesión. Su predecesor, Joe Biden, asumió el cargo con 78 años y 61 días.
El nuevo mandatario juramentó ante las 750 personas presentes en las sillas dispuestas en la rotonda del Capitolio, ubicada justo debajo de la cúpula del edificio y que es un espacio de gran valor simbólico por unir el Senado y la Cámara de Representantes.
La cifra de asistentes es menor en comparación con las 1.600 personas que suelen congregarse en las escalinatas del Capitolio, el escenario tradicional de las investiduras, donde cientos de miles de ciudadanos pueden presenciar el acto y el discurso inaugural en la explanada del National Mall.
Esta vez, sus seguidores siguen la ceremonia de investidura a través de pantallas gigantes en el estadio Capital One Arena, con capacidad para 20.000 personas.
Tras prestar juramento, Trump pronunciará su discurso inaugural, en el que delineará su visión para los próximos cuatro años. Sus palabras serán comparadas con su controvertido mensaje de 2017, cuando presentó una visión sombría del país y prometió acabar con la «carnicería estadounidense».
Por primera vez, la ceremonia de investidura cuenta con la presencia de líderes extranjeros, entre ellos varios referentes de la derecha latinoamericana como el presidente de El Salvador, Nayib Bukele; el de Ecuador, Daniel Noboa; y el de Argentina, Javier Milei.
Promesas
Además, prometió este lunes durante su discurso de investidura renombrar el ‘golfo de México’ como ‘golfo de América’ y «retomar» el Canal de Panamá, reiterando así algo que ya adelantó desde que ganó las elecciones en noviembre pasado.
«Dentro de poco, vamos a cambiar el nombre del golfo de México a ‘golfo de América'», afirmó Trump en un discurso lleno de propuestas políticas llamadas inaugurar una «nueva era dorada» para Estados Unidos.
El presidente de Estados Unidos también prometió «retomar» el control del canal de Panamá.
«China está operando el canal de Panamá. Pero no se lo dimos a China. Se lo dimos a Panamá, y lo vamos a retomar», dijo.
«Hemos sido tratados muy mal por este imprudente regalo que nunca tuvimos que entregar y la promesa de Panamá se ha roto. El propósito de nuestro acuerdo y el espíritu de nuestro tratado ha sido totalmente violado. Los navíos estadounidenses están siendo sobrecargados con tarifas y no son tratados de manera justa», aseveró.
En un discurso fuertemente nacionalista en el que prometió «la restauración de América», Trump declaró que «Estados Unidos reclamará el lugar que se merece como el más grande y más poderoso y la nación más respetada de la Tierra, inspirando la admiración de todo el mundo».
Seguidamente añadió: «en un breve tiempo, vamos a cambiar el nombre de golfo de México por el golfo de América», algo que ya está siendo tratado en el Congreso como propuesta de ley de la facción más conservadora.