Expertos recomiendan construir una marca personal que sea coherente con lo que compartimos en RRSS.
Por Revista Summa
Las redes sociales son parte de nuestra vida. La dinámica de estas plataformas no solo sirve para socializar, sino que también está estrechamente ligada con la posibilidad de acceder a un puesto de trabajo o, en caso de no utilizarlas correctamente, ser descartado de una oportunidad laboral.
En Costa Rica más de 422 mil personas buscan un empleo, según los recientes datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Sin embargo, muchos de estos postulantes cometen errores a la hora de intentar insertarse en el mercado laboral; entre esos, el mal manejo de sus redes sociales.
Estos espacios de interacción pueden ser de mucha ayuda a la hora de buscar un empleo. Un estudio de Forbes revela que el 73 % de los solicitantes de empleo entre las edades de 18 y 34 años encontraron su último trabajo en las redes sociales. También un estudio realizado por la consultora Aberdeen, en Estados Unidos, evidenció que LinkedIn es la red más popular entre los empleadores, mientras que Capterra identificó que casi el 90% de las empresas que la usaron habían contratado exitosamente a un candidato a través de la red social.
“Si vemos los datos, estos espacios dan una enorme posibilidad de conseguir un empleo. Pero también, juegan un papel trascendental a la hora de reclutar personal. El candidato al puesto debe saber que las “huellas” dejadas en su perfil, serán encontradas por las personas que decidirán si accede o no a un puesto laboral” señaló Gabriela Roberti, experta en reclutamiento de Grupo Innova.
Los expertos de Grupo Innova recomiendan a los postulantes a puestos laborales que mantengan sintonía entre su perfil laboral y lo que postean en estos espacios de interacción. El candidato debe construir una marca personal y evitar dejar en estas plataformas mensajes con rabia, tensión y comentarios que desacrediten su perfil profesional y valores.
“De nada sirve que el postulante a un puesto laboral tenga grandes conocimientos si en sus espacios personales refleja poca inteligencia emocional. Desde ese punto, la habilidad dura conlleva un 50% y la blanda otro 50%, debe mercadearse como un profesional integral” agregó Roberti.
El reclutador que consulta las redes sociales del candidato puede buscar muchas cosas. Dependiendo de la red social buscará unas u otras, pero lo cierto es que buscan saber más acerca de la personalidad, los gustos y las preferencias.
“Las redes sociales pueden reflejar si se es una persona beligerante, o intransigente en algunos temas, esto puede ser anotado como un punto negativo. Sobre todo, si una opinión o una discusión choca frontalmente con la cultura de la empresa, o con sus valores” finalizó Roberti.
¿Qué ven los reclutadores en las redes sociales del postulante?
Estudios internacionales demuestran parte de lo que ven los reclutadores en estos espacios. Especialmente en Instagram, Facebook, Twitter y LinkedIn, esta última puede ser muy beneficiosa para las aspiraciones laborales.
En Instagram: Las fotos que suben las personas a esta plataforma habla mucho sobre ellas. Estas publicaciones ayudan a entender cómo es la personalidad de la persona, pero sobre todo se deben valorar los comentarios, que habla sobre la capacidad del postulante para relacionarse con los demás.
En Facebook: Esta es una de las redes sociales favoritas de los reclutadores. No solo aporta datos personales, sino que también refleja datos sobre dónde el postulante ha trabajado, viajado y con quienes se relaciona.
En Twitter: Esta es la red social que más permite conocer opiniones de las personas por ser un espacio de conversación. Acá es importante saber que nuestras opiniones pueden estar siendo observadas por personas que definirán nuestro futuro laboral.
En LinkedIn: En este lugar es donde se debe construir el perfil más profesional, potenciar las habilidades, capacitaciones y conocimientos, así como los contactos para generar una marca personal competitiva.
En resumen, las redes sociales pueden ser de gran ayuda para insertarse en el mercado laboral o pueden convertirse en uno de los obstáculos para conseguirlo. Incluso, muchas personas han perdido sus trabajos por comentarios xenófobos, ofensivos, racistas y homofóbicos hechos en estos espacios.
Son un arma de doble filo, pero con una buena guía y el consejo de los expertos, se puede sacar un gran provecho de estos espacios que hoy son, nuestra carta de presentación.