Para fortalecer el sistema nacional de salud costarricense, el informe considera la prevención como la piedra angular y propone avanzar hacia un modelo más personalizado.
Por EFE
El sistema de salud de Costa Rica requiere de una mayor articulación entre diferentes actores para hacer frente a una serie de desafíos relacionados a su sostenibilidad y a la calidad de la atención de los pacientes, reveló el informe “Retos y Propuestas para el Sistema Nacional de Salud”.
El informe, elaborado por la Academia de Centroamérica, la Cámara Costarricense de la Salud, el Movimiento Salud 2030 y el Copenhagen Institute For Future Studies, fue presentado esta semana a representantes del Ministerio de Salud, de la Caja Costarricense del Seguro Social, asociaciones de pacientes y sector privado.
“Nuestro sistema de salud requiere de análisis que contribuyan en el objetivo de retrasar, lo más posible, que las personas se conviertan en pacientes. Por eso este documento, que es elaborado e impulsado por varios actores del sistema sanitario, tiene como finalidad exponer los desafíos del sistema costarricense y a la vez proponer un conjunto de soluciones a los principales retos que enfrenta actualmente», dijo el autor del documento y miembro de la Academia de Centroamérica, Edgar Robles.
El investigador afirmó que «el sistema institucional de salud es muy fuerte, pero no puede hacerlo todo solo».
Para fortalecer el sistema nacional de salud costarricense, el informe considera la prevención como la piedra angular y propone avanzar hacia un modelo más personalizado y que involucre a los actores públicos y privados
«Si bien el modelo tradicional costarricense se basa en brindar una atención generalizada desde la prevención hasta el tratamiento, se hace necesario avanzar hacia un nuevo modelo de salud más personalizado que permita mejorar la calidad, equidad y sostenibilidad del sistema; para ello es importante una mayor articulación público-privada, ya que esta sinergia constituye un elemento valioso para agilizar la gestión de la salud», indica el documento.
Entre las recomendaciones del estudio se destaca la de rediseñar la rectoría del Ministerio de Salud para que esa entidad tenga la potestad de generar alianzas público-privadas dentro del sector; y para que impulse un recurso humano más productivo e innovador, así como una mayor innovación en los servicios que presta.
Otras recomendación son fortalecer los servicios de salud tanto púbicos como privados, reorganizar la atención primaria secundaria y terciaria enfocado en la prevención, solucionar las listas de espera de pacientes aplicando análisis de costos y de eficiencia.
El informe también propone aumentar el uso de las tecnologías como medio para el acceso a la salud e impulsar la investigación biomédica y la innovación para ofrecer a la sociedad mejores opciones de salud.
El documento destaca la importancia de acciones colaborativas entre los actores del sistema sanitario que aseguren la universalidad como eje central y que lleven a la innovación en aspectos como la gobernanza de los datos, la alfabetización en salud, alfabetización digital y capacitación; el fortalecimiento de la economía de la salud, y una colaboración regional e internacional, para el intercambio de buenas prácticas y conocimientos.
De acuerdo con los autores, el documento es un punto de partida para la creación de una agenda común que incluya objetivos, iniciativas, plazos y con responsabilidades compartidas entre todas las partes del sistema sanitario.
“La radiografía del sistema de salud costarricense y los posibles abordajes para fortalecerlo, nos tienen que llevar a reflexionar sobre la urgencia con la que debemos articular las prioridades con los actores correctos y prepararnos adecuadamente para implementar estrategias y soluciones integrales», expresó el representante del Movimiento Salud 2030 en Costa Rica, Álvaro Soto.