Exigen una tarifa de US$3,50 por pedido, un seguro contra accidentes, y que la empresa ofrezca el material de trabajo.
Por EFE
Repartidores de la multinacional PedidosYa se declararon en «paro indefinido» y protestaron este lunes en la Ciudad de Panamá por las malas condiciones laborales que padecen y que se han visto agravadas por factores como el sostenido aumento del combustible, según explicaron sus portavoces.
«Nuestra protesta viene por la desmejora progresiva y cronológica. La compañía ha usado mecanismos artificiales para engañarnos y poder llegar, de una forma no honesta, a un acuerdo legal», aseguró a Efe uno de los portavoces de los repartidores, Densy Iván Cárdenas.
Los motorizados de PedidosYa, una multinacional uruguaya con fuerte presencia en Latinoamérica, comenzaron el pasado viernes un paro nacional indefinido para exigir mejores condiciones de trabajo. Desde ese día hasta este lunes, la plataforma está paralizada y no brinda servicios.
Ataviados con el uniforme rojiazúl, unos 200 repartidores recorrieron algunas de las principales calles de la capital panameña en sus motocicletas, luciendo el logo de PedidosYa en la mochila, hasta concentrarse pacíficamente en una de las sedes de la empresa para exigir la instalación de una mesa de diálogo con representación legal por ambas partes.
Efe constató la presencia en la protestas de funcionarios del Servicio Nacional de Migración (SNM), sin que se registraran incidentes o alguna revisión de la documentación de los manifestantes, como confirmaron sus portavoces. La mayoría de los repartidores en moto en Panamá son extranjeros, muchos venezolanos.
«Nos hemos mantenido firmes y será un paro definido. Estamos exigiendo una tarifa por pedidos justa, que la podemos negociar en una mesa de diálogo», explicó a Efe Carlos Villegas, otro portavoz de los trabajadores.
Con la calle rodeada de motocicletas estacionadas, los trabajadores gritaban «sí se puede» mientras cargaban pancartas con mensajes como «el kilometraje es una estafa»; «Acuerdo comercial ya» o «Pedidos Ya te esclaviza, te explota, se lucra de mi moto».
Exigen una tarifa de 3,50 dólares por pedido, un seguro contra accidentes, y que la empresa ofrezca el material de trabajo, entre otras peticiones recogidas en un pliegue de diez puntos.
«Ese pliego de peticiones lo creamos los voceros en una mesa de diálogo, tras debatirlo democráticamente. La primera premisa es reconectar a los que han desconectado, tenemos más de cien motorizados, tras sumarse a la protesta y es una forma de represión», señaló Cárdenas.
Los trabajadores alegan que deben costear la indumentaria de trabajo, como el uniforme, el cajón para transportar y hacerse cargo del combustible y del mantenimiento de la motocicleta, su principal herramienta para laborar.
Y, a raíz del aumento del combustible en Panamá, con un máximo de 1,425 dólares el litro de 95 octanos, el precio de los servicios y alimentos básicos se ha disparado al igual que, según denuncian los motorizados, el material de trabajo también se ha encarecido.
«La inflación ha subido mucho y los implementos que necesitamos, como el caucho, gasolina, mantenimiento, se han encarecido muchísimo» apuntó Villegas.
Todo ello bajo un contrato por servicio profesional, que mantiene a los trabajadores como autónomos (independientes), y que «ha sido violado como mejor les ha parecido y cada vez que hay una situación se cambia para lavarse las manos y no asumir responsabilidades», detalló Villegas.
«Seguiremos en pie de lucha y nos mantendremos firme hasta que nos den respuesta», concluyó Villegas.