La iniciativa es una alianza entre el Gobierno de Japón, el Ministerio de Ambiente y Energía de Costa Rica y la Organización Internacional de la Madera Tropical, y con ella se reafirma el compromiso de protección a este ecosistema.
Por Revista Summa
En abril de este año, el Colegio de Ingenieros Agrónomos (CIAGRO) sirvió como escenario para la formalización de una valiosa alianza entre el Gobierno de Japón, representado por el embajador Shinjiro Komatsu; el Ministerio de Ambiente y Energía de Costa Rica (MINAE), bajo la dirección del ministro Franz Tattenbach Capra, y la Organización Internacional de la Madera Tropical (OIMT).
El resultado del encuentro fue la presentación y puesta en marcha del proyecto «Aumento de valor del bosque natural secundario mediante su uso sostenible, generando empleo rural, en un contexto post Covid». Se trata de un acuerdo que tiene como objetivo impulsar la conservación y uso sostenible del bosque secundario en Costa Rica.
Con ello, se busca generar empleo rural y promover la producción y comercialización de productos innovadores de madera. Para lograr este propósito, la iniciativa es liderada por la Cámara Forestal Madera e Industria de Costa Rica (CMFI), encabezada por su presidente Jaime Sotela Montero, en consorcio con la empresa consultora nacional Carbon Revenue Services.
Es así como se destinará un presupuesto de US$ 365,000, provenientes tanto del Gobierno de Japón a través de la OIMT, así como de la industria forestal nacional. El enfoque principal del proyecto, que se espera que culmine en febrero del 2024, se centra en las regiones de Chorotega y Huetar Norte, áreas estratégicas para la conservación del bosque secundario y sus distintos servicios ecosistémicos.
De esta forma, loa resultados contribuirán a un mayor entendimiento del Estado, edades y composición florística de más de 418,000 hectáreas de bosques secundarios en el país. Uno de los logros iniciales del proyecto es la identificación y análisis detallado de 101 parcelas en todo el país, gracias a la colaboración de la Secretaría Nacional REDD+, la Comisión de Desarrollo Forestal de San Carlos (CODEFORSA), el SINAC y el CATIE.
Todos estos datos han permitido determinar que alrededor del 47% de los bosques secundarios tienen una edad entre 32 y 37 años; un 25% tienen entre 16 y 33 años, y el 28% tienen menos de 15 años. La cobertura forestal se encuentra altamente fragmentada, con más del 50% de áreas pequeñas menores a 50 hectáreas.
Es importante destacar que aproximadamente 68,000 hectáreas presentan restricciones para el aprovechamiento debido a su condición de áreas protegidas o propiedad de territorios indígenas. Además, se han identificado 4 núcleos denominados Unidades de Paisaje Productivo (UPP), que integran áreas de bosque secundario con otros usos del paisaje, como producción agropecuaria y sistemas agroforestales.
“Este proyecto marca un hito en la conservación del bosque secundario y su uso sostenible en Costa Rica, demostrando el compromiso conjunto entre el Gobierno de Japón, el MINAE, la OIMT y la CMFI. La alianza busca fortalecer la gobernanza forestal y promover la colaboración interinstitucional, contribuyendo a la conectividad de los ecosistemas y al mantenimiento de los servicios ambientales en el país”, explicó Sotela.
La directora Ejecutiva de la OIMT, Sheam Satkuru, resaltó además la importancia de la gestión forestal sostenible para la generación empleo en zonas rurales, lo cual está incluido en los objetivos del proyecto.