En el 2021, Colombia fue la sexta economía más grande en América Latina y el Caribe.
Por Revista Summa.
El estudio “Prospección del sector TICs en Colombia (enfoque en alianzas comerciales)”, realizado por la Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (PROCOMER), identificó potencial para empresas costarricenses de tecnologías de información y comunicación (TICs) mediante alianzas comerciales con firmas colombianas, lo cual permitiría atender la demanda actual que hay en ese país en diversos servicios. Según el estudio, las empresas costarricenses deben valorar cuatro segmentos para la realización de alianzas comerciales, los cuales están alineados con los ejes que promueven las autoridades colombianas para llevar inversión a su país, estos segmentos son: -Desarrollo de tecnologías como software y aplicaciones (apps) para diferentes verticales tales como agritech, fintech, blockchain y otras tecnologías 4.0 (IoT, Machine Learning, big data), así como en salud, logística, energía y comercio electrónico, con enfoque en nichos especializados. -Desarrollo de apps, plataformas educativas, software y contenidos digitales, aprovechando el apoyo que brinda el gobierno colombiano mediante programas como Apps.co. -Alianzas con empresas de TICs locales para investigación y desarrollo (I+D), distribución, desarrollo de servicios o mercadeo, para aprovechar el capital humano colombiano que se complementa con el talento costarricense. -Mantenimiento de aplicaciones de software en sectores como el tributario y pago de nómina, así como, el de manejo remoto de infraestructura para empresas de distintas industrias, principalmente comercio retail, banca y finanzas, educación y salud. De acuerdo con Marta Esquivel, directora de Planificación e Inteligencia Comercial de PROCOMER, para el exportador nacional una alianza comercial funciona como una relación interdependiente con su contraparte colombiana, pero siempre bajo un enfoque ganar-ganar. “El objetivo de estas alianzas siempre será obtener posicionamiento en el mercado, reducción de costos operativos, intercambio de experiencias, gestión de la cartera de clientes y articulación institucional”, comentó. En el 2021, Colombia fue la sexta economía más grande en América Latina y el Caribe con un historial de gestión fiscal y macroeconómica prudente, que le permitió hacer frente a la crisis de COVID-19 pese a problemas estructurales como el trabajo informal, la pobreza y la desigualdad. El año anterior, el crecimiento del PIB colombiano fue de 10,6% (versus 7,6% de Costa Rica), específicamente en su economía, el subsector de TICs representó 3% del total (con un crecimiento anual en 2021 del +10% en relación con el 2020). Este sector se encuentra en proceso de reactivación luego de la emergencia por la pandemia, en la que el Gobierno se encuentra invirtiendo más de $200 millones en proyectos de transformación digital, capacitación y mejora de la conectividad. Bogotá, el cual es el departamento con mayor cantidad de empresas del sector TICs, se caracteriza por ofrecer servicios de ingeniería de software con costos competitivos, volumen, calidad y múltiples formatos de entrega; así como un uso cada vez mayor de tecnologías 4.0 para mejorar su eficiencia operativa. Actualmente, este sector apuesta por alcanzar la oferta de Business Process Outsourcing (BPO) estratégico enfocado en la gestión y entrega de información para la toma de decisiones. De ahí, que las alianzas comerciales que se vayan a desarrollar por parte de las empresas costarricenses deben ir en línea con la evolución esperada de este tipo de actividades en el mercado. Enrique Ulloa, analista a cargo del estudio, destacó algunas recomendaciones que las empresas costarricenses deben considerar a la hora de optar por este modelo para ingresar al mercado colombiano: -Cotizar sus servicios preferiblemente en pesos colombianos. -Las relaciones personales son fundamentales para el acceso a los clientes, de ahí que la gestión del aliado comercial en esta línea es fundamental. -Deben ver a la empresa colombiana como un aliado de negocios (relación ganar-ganar), no como competencia. -Hay que considerar que la tasa de retención es del 20% para servicios vendidos desde Costa Rica, por lo cual un precio competitivo se vuelve fundamental. -Pensar en la regionalización, ya que el desarrollo de negocios puede ampliarse más allá de Bogotá a ciudades como Medellín y Cali. -Es muy importante brindar el soporte a los clientes, ya sea desde el mercado colombiano o desde Costa Rica. |