¿Cómo mantenemos la productividad en una rutina totalmente diferente y en medio de tanta incertidumbre?
Por Viviane Cury, vicepresidenta de Recursos Humanos de Kimberly-Clark en América Latina
Debido al COVID-19, el mundo atraviesa un período de incertidumbre que ha afectado sin precedentes no solo a los sistemas de salud pública, sino también a la economía. En este sentido, la pandemia ha hecho que las compañías repiensen sus procesos y modelos de trabajo para proteger a sus colaboradores. El área de Recursos Humanos enfrenta varios desafíos para mantener la salud, el bienestar y desarrollo profesional de sus colaboradores en este contexto.
Por un lado, la implementación del trabajo remoto por períodos extensos y a una mayor cantidad de colaboradores a causa del aislamiento social es, en este momento, una medida efectiva para prevenir la propagación del virus. Pero, ¿cómo mantenemos la productividad en una rutina totalmente diferente y en medio de tanta incertidumbre?, ¿cómo podemos usar la tecnología a nuestro favor en la gestión del personal sin descuidar al factor más importante, que es el lado humano? y ¿cómo mantenernos en contacto y cuidar a los demás, incluso cuando estamos lejos?
En este contexto, en Kimberly-Clark implementamos varias acciones para mantener la cercanía, incluso estando a distancia, por ejemplo, videollamadas para mirarnos a los ojos, reuniones para saber cómo está la persona y compartir con otros los estados de ánimo y hasta celebraciones virtuales de cumpleaños u otros eventos significativos para nuestros colaboradores. Creemos que esto nos acerca y podemos sentir cuán esencial es el área de Recursos Humanos, tanto para proporcionar la estructura tecnológica para que las personas puedan continuar trabajando como para dar asistencia psicológica y motivacional a través de la empatía y el cuidado constante de nuestros equipos y sus familias.
Siendo Kimberly-Clark una compañía que fabrica productos esenciales, es extremadamente importante que continue sus procesos productivos para satisfacer las demandas de la sociedad. En este escenario, nos encontramos con el desafío de mantener protegidos, motivados y seguros a nuestros colaboradores en las plantas y centros de distribución en tiempos de incertidumbre y miedo. La salud de nuestros empleados es nuestra prioridad número uno y, en momentos como este, los profesionales de recursos humanos tienen un papel muy importante y estratégico, pues también apoyan a los líderes a brindar el soporte a sus equipos y de esta manera, asegurar que el negocio continúe en funcionamiento.
Por esta razón, tomamos medidas de protección para quienes están en la primera línea de producción en las plantas, adoptando estrechamente las recomendaciones de higiene que promueve la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el entorno laboral, tales como el suministro de mascarillas, la suspensión de visitas de clientes o proveedores a las fábricas sin aprobación previa, licencias a empleados que pertenecen a grupos de riesgo y medición de temperatura, entre otros.
Asimismo, mantenemos una comunicación constante con nuestros colaboradores para proteger su salud y ayudar a prevenir la propagación del virus. También damos el apoyo necesario para el colaborador y su familia, con orientación sobre cómo proceder en caso de verse afectados. Ellos son nuestros héroes y para agradecerles enviamos mensajes de reconocimiento por todo el esfuerzo, dedicación y compromiso que demuestran. A lo largo de mi trayectoria, pude ver cómo la comunicación abierta y transparente con los empleados es un valor muy importante. Esta cercanía es esencial, ya que así podemos ayudarlos a enfrentar este momento tan desafiante y reducir su preocupación. Otro punto importante es comprender que cada colaborador es único y tiene necesidades diferentes. En definitiva, el principal recurso de una empresa son las personas que trabajan en ella.