El pasado 14 de mayo el Gobierno de Panamá cerró la principal estación migratoria a la salida de la selva fronteriza con Colombia.
Por EFE
Panamá y Estados Unidos destacaron este martes los resultados de la cooperación bilateral en materia de migración irregular y su disposición a mantenerla, durante una visita a la capital panameña de la secretaria de Seguridad Nacional estadounidense, Kristi Noem.
Noem se reunió con el presidente panameño, José Raúl Mulino, y asistió a la salida de un vuelo de repatriación de migrantes irregulares colombianos financiado por Estados Unidos en el marco de un memorando de entendimiento suscrito hace casi un año por los dos países.
“Los Estados Unidos están más que dispuestos a compartir el costo de esto”, la repatriación de migrantes irregulares, “este es un ejemplo de los tipos de acuerdos que podemos continuar construyendo”, dijo Noem en una declaración a los medios junto al ministro panameño de Seguridad Pública, Frank Ábrego, en la que no se aceptaron preguntas de la prensa.
Panamá y EE.UU. firmaron el pasado 1 de julio, el mismo día en que Mulino asumió la Presidencia de Panamá para el quinquenio 2024-2029, un acuerdo para repatriar a migrantes que atravesaron la jungla del Darién, la frontera natural con Colombia, en su viaje hacia Norteamérica, que estableció una financiación estadounidense de 6 millones de dólares.
“La ejecución del Memorándum de Entendimiento sobre Asistencia y Cooperación en Asuntos Migratorios, suscrito el 1 de julio del 2024, ha demostrado ser un instrumento efectivo de coordinación bilateral desde su entrada en vigor hasta el día de hoy”, dijo por su parte el ministro Ábrego.
“Con este vuelo número 53 de repatriación, hemos alcanzado con ello la cifra de 2.346 personas deportadas y expulsadas en estricto cumplimiento del marco legal panameño y con apego a los principios de respeto de los derechos humanos”, añadió el titular de la cartera de Seguridad Pública.
Más temprano durante una entrevista con la radio local, Ábrego había indicado que durante la visita de Noem se trataría la “renovación o no” del memorando firmado hace casi un año, mediante el cual EE.UU. asume los costos de vuelos de repatriación de migrantes irregulares.
Esto ante el hecho “de que ya logramos cerrar nuestra frontera a la inmigración irregular” que llegaba al país a través del Darién en su viaje del sur hacia EE.UU., “pero existe un nuevo fenómeno que es el (flujo) norte-sur, que ya lleva en estos 6 meses (de 2025) más de 12.000 personas que están llegando” a Panamá para seguir su camino hacia Colombia y de allí a sus países de origen, explicó Ábrego a la radio Panamá en Directo.
Ni Ábrego ni Noem hablaron en sus discursos claramente sobre la renovación o no del memorando.
“Señora secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Kristi Noem, Panamá reitera su total disposición para continuar fortaleciendo la cooperación técnica y operativa con los Estados Unidos y con otros países aliados. La migración es un fenómeno regional y global, y solo con esfuerzos conjuntos, sostenidos y responsables, podemos enfrentar sus complejidades y salvaguardar con esto tanto nuestra soberanía nacional como la dignidad de todas las personas”, afirmó el ministro panameño durante el acto con Noem.
El pasado 14 de mayo el Gobierno de Panamá cerró la principal estación migratoria a la salida de la selva fronteriza con Colombia, ante la drástica caída del flujo hacia el norte de viajeros irregulares.
El llamado flujo migratorio inverso de norte a sur se convirtió casi en el único existente en países como Panamá, donde antes de la llegada de Donald Trump a la Presidencia de EE.UU. cientos de migrantes cruzaban a diario la selva de Darién en su camino a Estados Unidos, con la cifra récord de más de 500.000 en 2023.
En su retorno, en vez de atravesar la selva, los migrantes toman ahora embarcaciones en puertos del Caribe panameño hasta una población fronteriza con Colombia, desde donde continúan su viaje hacia Suramérica.