El pasado viernes, el Gobierno aprobó un decreto, que entró en vigor ese mismo día, que permite la apertura limitada del Aeropuerto de Tocumen.
Por EFE
El presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, anunció este miércoles que se «eliminarán» los vuelos humanitarios para nacionales a partir de la próxima semana y que sólo se les exigirá una prueba de COVID-19 negativa para entrar al país.
«Esos vuelos humanitarios que se coordinaban para panameños, a partir de la próxima semana dejarán de existir», dijo a los periodistas el mandatario panameño.
Los nacionales y residentes que deseen entrar a Panamá deberán entregar un resultado de prueba de hisopado para COVID-19 negativo con 48 horas de antelación o someterse en el país a un test de antígeno, y hacer cuarentena obligatoria por catorce días, como medidas para evitar el contagio.
Cortizo también anunció que se mantendrá el Aeropuerto Internacional de Tocumen, el principal del país, como un «mini hub humanitario».
«Por favor, utilicemos el aeropuerto de transbordo», declaró el gobernante a los periodistas.
El pasado viernes, el Gobierno aprobó un decreto, que entró en vigor ese mismo día, que permite la apertura limitada del Aeropuerto de Tocumen, un importante centro de conexiones para la región.
Sólo se permite la salida de Panamá a los pasajeros en vuelos humanitarios, así como el tránsito de pasajeros por el aeropuerto de forma limitada, en cuanto a número y enlaces, mientras que sus conexiones no superen las seis horas entre el vuelo de llegada y el de salida.
El Ministerio de Salud (Minsa) es el encargado de regular la entrada de pasajeros y tendrá la potestad de autorizar o rechazar el ingreso al país de los vuelos, «atendiendo el nivel de propagación de la COVID-19 en el país, el estatus epidemiológico del país de embarque, la cantidad de pasajeros y su condición de salud».
Los vuelos deben ser presentados y comunicados por parte de los operadores aéreos a la Autoridad Aeronáutica Civil.
El decreto establece que «todo panameño y extranjero residente que ingrese al territorio nacional a través de estos vuelos deberá someterse a los protocolos sanitarios y de bioseguridad establecidos por el Ministerio de Salud».
Desde que fue impuesta el pasado 22 de marzo, el Gobierno de Panamá ha prorrogado cuatro veces la suspensión de vuelos internacionales debido a la pandemia de la COVID-19, que se mantendrá al menos hasta el próximo 21 de agosto.