El cannabis medicinal, según la reglamentación, puede ser utilizado, entre otras patologías, para enfermedades como alzhéimer, cáncer, autismo, VIH y artritis.
Por EFE
El Ministerio de Salud de Panamá (Minsa) anunció este lunes el inicio del proceso de convocatoria a las empresas interesadas en obtener la licencia de fabricación de derivados del cannabis medicinal en el país centroamericano.
«Hoy lunes 5 de junio salen las bases para la selección de estas personas o empresas interesadas en obtener una licencia de fabricación de derivados de cannabis medicinal», señaló la directora del departamento de Farmacia y Drogas del Minsa, Elvia Lau, en un mensaje de video.
Lau adelantó que las empresas interesadas en ser parte de este proceso deben conocer las bases, publicadas en la página web del Minsa, y tendrán hasta el 5 de septiembre para aclarar cualquier duda.
«Lo que va a ver el Comité Técnico de Cannabis Medicinal es la solvencia y la experticia que tienen las empresas, que presenten todos sus documentos, para trabajar en este tema de cannabis medicinal», apuntó la funcionaria.
Los interesados entregarán sus documentos en sobres cerrados y así permanecerán hasta el 18 de septiembre, cuando se cumplen los 75 días que estima la ley, luego se procederá a la apertura de los sobres de las empresas participantes.
«El Comité de Cannabis Medicinal revisará todo esto y entonces nos recomendará a nosotros los siete licenciatarios, porque (…) la norma dice que se otorgarán hasta siete licencias», amplió.
Los siete licenciatarios podrán realizar toda la cadena de producción, desde la siembra, el ambiente controlado, la cosecha, secado y hasta la dispensación.
La Ley 242 de 13 de octubre de 2021, que fue sancionada en agosto de 2022 por el presidente panameño, Laurentino Cortizo Cohen, regula el uso y acceso del producto y sus derivados, con fines terapéuticos, médicos, veterinarios, científicos y de investigación en todo el país.
En su momento, el mandatario panameño aclaró que la comercialización de los productos se hará bajo un estricto control de importaciones con un programa de trazabilidad que incluye el monitoreo, desde las áreas de cultivo hasta los laboratorios y puntos de venta final.
El cannabis medicinal, según la reglamentación, puede ser utilizado, entre otras patologías, para enfermedades como alzhéimer, cáncer, autismo, VIH y artritis.
«Efectivamente este es un tema en el que nosotros hemos estado muy encima, toda vez que sabemos de los pacientes que requieren este tipo de medicamentos», puntualizó Lau.