Las cifras oficiales fijaron en el 65,34 % la participación en la jornada, lo que contrasta con cálculos independientes, que situaron la abstención en algo más del 80 %.
Por EFE
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, fue reelegido con el 74,99 % de los votos en los comicios generales de este domingo, marcados por la ausencia de candidatos de la oposición, la mayoría de ellos encarcelados, y discrepancias sobre la participación.
El exguerrillero sandinista, que el jueves cumple 76 años y está en el poder desde 2007, buscaba su quinto mandato presidencial de cinco años y cuarto consecutivo, entre cuestionamientos a su legitimidad por la detención de siete aspirantes presidenciales de la oposición que se perfilaban como sus principales contendientes y por la eliminación de tres partidos políticos.
De acuerdo con el primer informe del Consejo Supremo Electoral, leído en la madrugada de este lunes tras varias horas de retraso, Ortega logró el 74,99 % de los votos con casi el 50 % de las juntas receptoras de votos escrutadas, con lo que podrá permanecer en el cargo hasta enero de 2027 y cumplir 20 años seguidos en el poder, un caso inédito en la reciente historia de Nicaragua y Centroamérica.
Las cifras oficiales fijaron en el 65,34 % la participación en la jornada, lo que contrasta con cálculos independientes, que situaron la abstención en algo más del 80 por ciento.
El líder sandinista, que retornó al poder en 2007 tras coordinar una Junta de Gobierno de 1979 a 1985 y presidir por primera vez el país de 1985 a 1990, partía con ventaja para ser reelegido junto con su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, debido a la detención de los precandidatos presidenciales, entre ellas la independiente Cristiana Chamorro.
CRISTIANA CHAMORRO Y LOS AUSENTES
Chamorro, hija de la exmandataria Violeta Barrios de Chamorro (1990-1997), quien derrotó en las urnas a los sandinistas y a Ortega en 1990, era la figura de la oposición que tenía mayor probabilidad de ganar las elecciones, según las encuestas.
También quedaron fuera de la carrera electoral por arrestos e investigaciones legales impulsadas por el Ejecutivo de Ortega, Arturo Cruz, un exembajador de Nicaragua en EE.UU que fue arrestado a su regreso de un viaje a Washington; Félix Maradiaga, Juan Sebastián Chamorro, el periodista Miguel Mora, el líder campesino Medardo Mairena y Noel Vidaurre.
Ortega disputó la Presidencia a cinco candidatos considerados «colaboradores» del Gobierno por los opositores excluidos.
El candidato del Partido Liberal Constitucionalista, el diputado Walter Espinoza, obtuvo un 14,4 % de los sufragios, cuando se han contabilizado el 49,25 % de las 13.459 Juntas Receptoras de Votos (JRV).
Los otros cuatro candidatos presidenciales no llegaron a un 4 % de los votos: Guillermo Osorno, del Camino Cristiano Nicaragüense (CCN), logró un 3,44 %; Marcelo Montiel, de la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), un 3,27 %; Gerson Gutiérrez Gasparín, de la Alianza por la República (APRE), un 2,20 %, y Mauricio Orué, del Partido Liberal Independiente (PLI), un 1,70 %, según los resultados provisionales.
La jornada también estuvo marcada por la baja asistencia a las urnas, que según el observatorio multidisciplinario independiente Urnas Abiertas, fue de un 18,5 %, aunque las autoridades electorales la fijaron en un 65,34 %.
Antes de que la presidenta del Consejo Supremo Electoral, Brenda Rocha, leyera los resultados, los sandinistas salieron a las calles a celebrar la reelección de Ortega.
COSTA RICA DESCONOCE PROCESO Y EE.UU. LO TILDA DE «PANTOMIMA»
Tras el cierre de los colegios electorales, la vecina Costa Rica anunció que no reconocerá el proceso electoral nicaragüense por la «ausencia de condiciones y garantías» requeridas en una democracia para acreditar las elecciones como transparentes, creíbles, independientes, libres, justas e inclusivas.
El presidente costarricense, Carlos Alvarado, escribió en sus redes sociales que por la «carencia de condiciones y garantías democráticas, no reconocemos las elecciones en Nicaragua. Reiteramos el llamado al Gobierno nicaragüense para que de forma inmediata libere y restituya los derechos de los presos políticos».
«Asimismo, extendemos una petición a la comunidad internacional para propiciar, entre todas las partes en Nicaragua, espacios de diálogo y negociación para recuperar la democracia en beneficio de su pueblo», cita el texto.
En tanto, el presidente de EE.UU., Joe Biden, calificó de «pantomima» los comicios en Nicaragua y amenazó con usar «todas las herramientas diplomáticas y económicas» a su disposición para pedir responsabilidades al presidente Ortega.
En un comunicado distribuido por la Casa Blanca, Biden afirmó que «el régimen Ortega-Murillo» orquestó «una elección de pantomima que no fue ni libre ni justa, y ciertamente no democrática».
También los instó a tomar «inmediatamente» los pasos necesarios para «restaurar» la democracia y pidió que se libere «inmediata e incondicionalmente» a los opositores que fueron encarcelados antes de los comicios, entre ellos los aspirantes presidenciales.
Hasta que eso ocurra, avisó Biden, Washington, en coordinación con otros miembros de la comunidad internacional, «usará todas las herramientas diplomáticas y económicas» a su disposición para ayudar al pueblo de Nicaragua y pedir responsabilidades a Ortega, Murillo y aquellos que «facilitan sus abusos».
Más de 4,4 millones de nicaragüenses estaban habilitados para votar el domingo con el objetivo de elegir al presidente y vicepresidente de Nicaragua, 90 diputados ante la Asamblea Nacional y 20 representantes ante el Parlamento Centroamericano.