Las economías avanzadas están invirtiendo casi un 28 % de su PIB en esa reactivación.
Por EFE
El secretario general de la ONU, António Guterres, hizo este martes un llamamiento a la solidaridad internacional para invertir 1,2 billones de dólares anuales con el fin de mejorar la protección social en los países de ingresos medios y bajos.
Guterres, además, defendió que hacen falta medidas de estímulo fiscal por valor de al menos 982.000 millones de dólares para responder a los problemas inmediatos en el mercado laboral generados por la pandemia de la covid-19.
«Tras casi dos años de crisis de la covid-19, la recuperación se ve minada por grandes divergencias», dijo Guterres en una reunión virtual con líderes de varios países y representantes de instituciones financieras, sector privado y sociedad civil.
El portugués destacó que «la pandemia no solo ha confirmado, sino que ha agravado las desigualdades existentes», que no dejarán de crecer a menos que se actúe de forma decidida en los países en vías de desarrollo, donde la actual crisis está haciendo crecer la pobreza extrema por primera vez en dos décadas.
Para ello, insistió, hace falta una mayor solidaridad global, dado que estas naciones no tienen los recursos suficientes para actuar, por lo que necesitan el apoyo de los países más ricos y del sector financiero.
En ese sentido, destacó que los países de ingresos medios y bajos apenas están pudiendo invertir entre un 2 y un 6,5 % de su producto interior bruto (PIB) en la recuperación económica por culpa de la gran deuda pública que acumulan y el poco espacio fiscal disponible.
En contraste, las economías avanzadas están invirtiendo casi un 28 % de su PIB en esa reactivación, lo que les está permitiendo amortiguar el impacto de la crisis y proteger a sus ciudadanos.
La propuesta de Guterres, recogida en un documento hecho público hoy, tiene como objetivo crear al menos 400 millones de empleos y ampliar la protección social a 4.000 millones de ciudadanos que actualmente no tienen ninguna cobertura.
La ONU presentó este ambicioso plan en un encuentro de alto nivel en el que participaron numerosos organismos internacionales, líderes de varios países y representantes del mundo empresarial.
El presidente del Banco Mundial, David Malpass, recordó que durante la pandemia se han puesto en marcha medidas de protección social sin precedentes en muchos países y que resulta vital construir sistemas en esa línea que protejan a todo el mundo.
En la misma línea, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, defendió que contar con sistemas de protección social fuerte es algo que «marcará la diferencia» y que su institución buscará apoyar con sus herramientas.