El caso de Nicaragua es analizado en la 51 Asamblea General de la OEA, que se desarrolla en Guatemala.
Por EFE
Los observatorios Urnas Abiertas y Monitoreo Azul y Blanco informaron este viernes que 35 personas fueron capturadas por la Policía Nacional de Nicaragua en el marco del contexto electoral, la mayoría en la víspera de las elecciones generales del domingo pasado, en las que el presidente Daniel Ortega fue reelegido para un quinto mandato.
De acuerdo con los observatorios dedicados a registrar incidentes violentos en el contexto de las elecciones y a investigar sobre detenciones por temas políticos, los 35 son opositores al Gobierno y 23 de ellos fueron capturados un día antes de las votaciones.
Entre los detenidos está la activista Nidia Barbosa, de la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que fue la contraparte del Ejecutivo en una mesa de negociación con la que se buscaba una salida a la crisis que vive el país desde abril de 2018.
Los observatorios indicaron que las capturas fueron ejecutadas desde cuatro días antes de las elecciones y durante la propia jornada electoral, en diez de las 17 jurisdicciones de Nicaragua.
Hasta ayer las fuentes habían contado la liberación de nueve detenidos, incluyendo el periodista Elvin Daniel Martínez, capturado con la reportera Mileydi Trujillo el día de las elecciones.
AUMENTA NÚMERO DE «PRESOS POLÍTICOS»
Tras las últimas indagaciones, los observatorios establecieron en 26 el número de nuevos «presos políticos» en Nicaragua, que se agregan a otros 159 identificados hasta el 29 de octubre pasado por el Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas, al que pertenece Monitoreo Azul y Blanco, cuyos datos cuentan con el respaldo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La ola de arrestos contra opositores de la semana pasada es la más reciente en Nicaragua desde la ejecutada desde finales de mayo a octubre pasados, y en la que fueron llevados a la cárcel siete aspirantes a la Presidencia por la oposición, así como periodistas, empresarios, profesionales independientes, funcionarios de antiguos Gobiernos, entre otros, casi todos críticos de Ortega.
El exguerrillero sandinista ganó las elecciones de Nicaragua con el 75,87 % de los votos, correspondientes al 65,26 % de los 4,4 millones de nicaragüenses aptos para votar, según las cifras del Consejo Supremo Electoral (CSE).
Urnas Abiertas informó que la participación «real» de la población fue del 18,5 %.
Debido al encarcelamiento de los aspirantes presidenciales opositores, la eliminación de tres partidos políticos de oposición, la derogación de la observación electoral, y la falta de garantías de unas elecciones «limpias, justas y transparentes», la disidencia nicaragüense y la mayoría de la comunidad internacional desconoció ese proceso.
El caso de Nicaragua es analizado en la 51 Asamblea General de la OEA, que se desarrolla en Guatemala.