Los migrantes hondureños que retornaron al país tras un fallido intento por llegar a Estados Unidos forman parte de una caravana conformada por unas 400 personas.
Por EFE
Más de 160 migrantes hondureños de una caravana que entró en la víspera de manera irregular a Guatemala, con la idea de llegar a Estados Unidos, retornaron a Honduras, informó este miércoles el Instituto Nacional de Migración del (INM).
Según cifras del Sistema Nacional de Control Biométrico Migratorio, hasta las 09.00 hora local de este miércoles (15.00 GMT) 166 hondureños han sido retornados por las autoridades de Guatemala.
El Instituto Nacional de Migración indicó que por la frontera de Corinto, departamento caribeño de Cortés, fronterizo con Guatemala, por donde salió el mayor grupo de la caravana, han vuelto 96 hombres, 20 mujeres y 44 menores de edad.
Por la frontera de Agua Caliente, departamento occidental de Ocotepeque, también fronterizo con Guatemala, lo hicieron cinco adultos y un niño, señaló la institución.
A todos los migrantes se les realiza un «control migratorio de entrada al país», mientras que los menores no acompañados serán remitidos a la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (DINAF), según las autoridades migratorias.
Del total de retornados, 121 son adultos y 45 menores de edad, algunos de ellos viajaban solos, agregó el Instituto Nacional de Migración de Honduras.
Los menores de edad no portaban la documentación necesaria para salir del país o iban solos en el viaje, por lo que no pudieron continuar en la caravana, según la Dinaf.
Los migrantes hondureños que retornaron al país tras un fallido intento por llegar a Estados Unidos forman parte de una caravana conformada por unas 400 personas, según cifras de organismos de derechos humanos, que salió en dos grupos este martes de la ciudad de San Pedro Sula, en el norte de Honduras.
La idea de los hondureños era llegar a Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida y escapar de la pobreza y la violencia en el país, flagelos que se han agudizado por la crisis derivada de la pandemia de covid-19 y los devastadores daños provocados en noviembre pasado por las tormentas tropicales Eta e Iota.
El 13 de octubre de 2018 salió la primera caravana procedente de Honduras, con más de 4.000 migrantes, de los que algunos pudieron llegar hasta Estados Unidos.