España, uno de los países mejor posicionados de la UE en la digitalización de la Administración Pública y en conectividad.
Por EFE
Los doce países europeos más avanzados en su digitalización coinciden en la necesidad de aumentar las inversiones para hacer frente a la seguridad cibernética y buscar «herramientas internacionales» para ayudar a Ucrania a recuperarse de la destrucción causada por la invasión rusa.
Así lo destacan los representantes del grupo llamado D9+ al resumir, en una declaración publicada hoy, las conclusiones de una reunión informal de dos días que mantuvieron en Praga el lunes y martes pasados, con Estados Unidos como país invitado.
La «seguridad cibernética debe estar a la cabeza de las prioridades», y junto a ello, un aumento de las «inversiones en la infraestructura digital para «aumentar nuestra resistencia», indican.
Además, «hay una responsabilidad conjunta para usar herramientas internacionales que ayuden a la economía y sociedad ucraniana a recuperarse», subraya en el comunicado el vicepresidente del Gobierno checo y anfitrión del encuentro, Ivan Bartos.
En este contexto, el político del Partido Pirata valoró como «cruciales» que las relaciones transatlánticas sean «fuertes» para afrontar «los desafíos estratégicos más candentes», como la guerra en Ucrania.
Integrado por Bélgica, Dinamarca, España, Estonia, Finlandia, Irlanda, Luxemburgo, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa y Suecia, el D9+ se propone continuar avanzando en la digitalización en base al «respeto mutuo de los derechos fundamentales y los valores democráticos compartidos».
España, uno de los países mejor posicionados de la UE en la digitalización de la Administración Pública y en conectividad, considera que el progreso tecnológico «debe mantener nuestros derechos».
«España busca un humanismo tecnológico en el ámbito de la Inteligencia Artificial (IA) en sus relaciones con Estados Unidos», declara a Efe Salvador Estevan, director general de IA del Ministerio de Economía.
En concreto, España busca que los derechos analógicos tengan una trasposición en los digitales, para lo que se ha establecido «la carta de derechos digitales», recuerda Estevan.
El director general considera que hay que ser cuidadoso en el uso de los datos, para ser «capaces de afrontar la evolución de la digitalización desde un punto de vista centrado en la persona» y no persiguiendo el «mero desarrollo de la tecnología».