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Las empresas más sostenibles de América Central y República Dominicana

Ago 15, 2023 | Noticias de Hoy

Revista SUMMA
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Nadie niega el fracaso y el creciente descontento con el sistema de economía lineal (producir, utilizar y desechar), sin embargo, ¿Están listos los países, las empresas y los consumidores para vivir según los ritmos y límites del planeta?

Por Rocío Ballestero

Asegurar las necesidades del presente sin comprometer las capacidades de las generaciones futuras de satisfacer las suyas. Ese es el principio rector de la sostenibilidad, que exige crecimiento económico sin renunciar al desarrollo social ni a la protección del medioambiente. Esto llama a repensar la forma en que vivimos y nos movemos; por ende, la forma de producir y consumir. Los fuertes impactos del efecto invernadero no están dejando otra opción y el tiempo para cambiar apremia.

Un informe de 2020 del World Economic Forum situaba por primera vez los riesgos ambientales entre los más graves para la economía mundial, en especial la acción climática, seguida por eventos meteorológicos extremos, desastres naturales y pérdida de la biodiversidad. Los catalogó con un impacto semejante a las armas de destrucción masiva. En los próximos 10 años, se perciben con un peso aún mayor.

Entretanto, el modelo actual de producción de energía sigue asociado a recursos fósiles finitos (representan alrededor del 80%, según el Banco Mundial), mientras que la falta de suministro, el incremento de los precios y los conflictos territoriales asociados al control de dichos recursos hacen urgente acelerar la transición hacia fuentes de energía renovables.

De ahí el enfático llamado de atención lanzado por António Guterres, secretario general de la ONU: “Seremos recordados como la generación que no hizo nada mientras la tierra ardía. Hay que llegar a 2025 con el objetivo de carbono neutral”.

Los sectores eléctrico y de transporte se citan entre los más preparados para la transición hacia modelos operativos de cero emisiones y menor daño a la ecología, pero el objetivo es que todos los ámbitos impulsen cambios significativos para adaptarse a los nuevos desafíos y avanzar hacia una economía circular, regida por las 4R: reducir el consumo de recursos en el diseño y fabricación de productos (incluidos el agua y la electricidad), que éstos se puedan reutilizar y reciclar, y que las materias primas con las que están hechos se puedan recuperar a la hora de desecharlos.

Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Acuerdo de París (orientado a limitar el aumento de temperaturas a 1,5 oC) son la guía. También se cuenta con la disposición de la banca de brindar un espaldarazo con innovadores créditos verdes, con nuevas estrategias de gestión que incorporan criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza), con tecnologías emergentes y con un gran número de emprendimientos que nacen de forma orgánica de la propia sostenibilidad, sin reciclajes o adaptaciones.

Sin embargo, aunque haya voluntad, el reto sigue siendo mayúsculo, sobre todo para industrias que carecen de alternativa, como la construcción, que puede comprometerse con el ahorro de recursos, el diseño o adaptación de las obras con respeto al entorno y al uso de insumos de bajo impacto, pero siempre requiere de otros materiales pesados que no tienen sustituto por el momento.

Reeducación para la transformación de equipos

Según Arturo Carvajal, socio líder de Asesoría de KPMG en Panamá, tradicionalmente los negocios se han enfocado en el margen de utilidad y de ganancia, mientras que ahora comprenden que cuidar a su personal, a las comunidades y al ambiente incide en un incremento del valor del negocio.

De hecho, una reciente investigación de la firma en ese país ofrece un indicador esperanzador. Entre las 100 compañías con mayores ingresos de Panamá, el 71% ya genera informes sobre sostenibilidad o asuntos ASG, mientras que 18% incluye una declaración formal de aseguramiento en los informes financieros anuales. Además, 19% reconoce que el cambio climático es un riesgo para su negocio, 26% informa sobre sus objetivos de carbono y 18% incluye información sobre sostenibilidad en sus reportes financieros anuales.

“Los reguladores, los clientes y las partes interesadas esperan avances en ASG. Las organizaciones deben demostrar el cumplimiento y la acción, sobre todo teniendo en cuenta que hay inversores que están evaluando el desarrollo de ese tipo de políticas y ven las métricas para decidir si invierten o no”, comenta.

Alfredo Maeso, lead expert en Sostenibilidad de Netmind, hace un aporte adicional: “El mejor momento para que las empresas iniciaran de manera decidida su camino a la sostenibilidad ya pasó, pero el segundo mejor momento empieza ahora. Es la oportunidad para que todas prioricen su transformación porque deben cumplir con las regulaciones y acuerdos.

También porque no cambian las empresas, sino las personas que las conforman, que hoy estamos más dispuestas a modificar hábitos de consumo y a privilegiar la adquisición de productos de proximidad y de marcas respetuosas con el medio ambiente”.

La aceleración de la transformación digital, la agilidad de aprendizaje para adaptarse a nuevas situaciones, la resiliencia y la innovación continua son otros elementos que están apoyando la evolución.

El complejo tema del greenwashing

Ser responsable y no solo parecerlo es una expectativa creciente de la sociedad en este campo. Como bien se expuso en el blog Ethic.es, un sello de color verde o una etiqueta que diga ecofriendly a veces puede ser un disfraz en vez de una garantía de que un producto sea el resultado de buenas prácticas sostenibles. Además, se impone que las empresas comprometidas en cumplir con lo establecido por los ODS extiendan los criterios ASG más allá de la propia organización y que ejerzan un monitoreo minucioso de sus proveedores para detectar cualquier aspecto que comprometa los estándares de la normativa a lo largo de toda la cadena de valor (producción, suministro, transporte, distribución y servicio), que es donde ocurre entre el 80% y el 90% de las emisiones de gases de efecto invernadero de alcance 3, de acuerdo a un estudio de la consultora internacional McKinsey. Esa se vislumbra como la única manera de alcanzar la sostenibilidad real.

Recomendaciones para las empresas

  • Comprender el impacto y las métricas sociales, ambientales y de gobernanza y transformar esos valores en oportunidades que repercutan en el desempeño financiero y operativo.
  • Priorizar los riesgos materiales dentro de su modelo de negocio.
  • Preparar la transición hacia una economía con emisiones de carbono bajas o cercanas a cero.
  • Impulsar la resiliencia en el modelo de negocios y estrategias para responder a las mega tendencias sociales y ambientales.
  • Robustecer la relación con los reguladores e inversores en torno a los criterios de ASG (ambientales, sociales y de gobernanza).

FUENTE: KPMG

5 datos para reflexionar

  • 1 La descarbonización en la industria de la construcción resulta fundamental ya que los edificios representan el 41% de las emisiones de carbono del 60% en total que generan las ciudades.
  • 2 Se estima que la demanda de energía en América Latina crecerá una media del 2% anual hasta 2040, de ahí la importancia de privilegiar el uso de fuentes verdes.
  • 3 Latinoamérica es una de las más urbanizadas del mundo. La tasa de urbanización pasó del 62% en 1980 a más del 81% en la actualidad, y se espera que alcance el 89% en 2050. Gran parte de este crecimiento se ha producido sin una planificación adecuada, lo cual ha provocado una expansión urbana intensiva en carbono y ha dado lugar a sistemas de construcción e infraestructuras especialmente vulnerables al riesgo climático.
  • 4 Casi todas las ciudades de las economías desarrolladas tienen objetivos fijados para descarbonizar los edificios y la mayoría especifica algún tipo de objetivo operativo de neutralidad neta o climática para los edificios nuevos de aquí a 2030.
  • 5 Entre ahora y 2050, el Banco Mundial proyecta que la demanda mundial de acero aumentará un 30% y la de cemento entre un 12% y un 23%. En la fabricación de estos materiales de construcción esenciales se requieren temperaturas extremadamente altas y, por lo tanto, grandes cantidades de combustibles fósiles. De ahí la importancia de valorar e impulsar nuevas tecnologías y mejores prácticas en dichas industrias.

CONSULTE AQUÍ EL RANKING COMPLETO DE LAS EMPRESAS MÁS SOSTENIBLES DE AMÉRICA CENTRAL Y REPÚBLICA DOMINICANA: https://revistasumma.com/revista-summa-digital-edicion-351/

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