Impulsar ambientes laborales que potencien la felicidad, el bienestar y la salud de los colaboradores, así como el trabajo en equipo, el respeto y la creatividad es una prioridad rentable en esta era.
Por Rocío Ballestero y María Renée Barillas
La mayoría de las personas pasan entre un cuarto y una tercera parte de su vida en el trabajo. Cuanto mejor se sientan y más felices sean durante su jornada, más productivos serán y estarán más dispuestos a dar lo mejor sí a diario. De ahí la importancia de ofrecer mejores condiciones laborales, en entornos agradables y estimulantes, bien iluminados, ventilados y limpios. Además, debe regir una cultura que promueva una forma de trabajo más empática, horizontal y humana.
“Retrocedamos dos años. No cabe duda que el 2020 fue el año de la pandemia que cambió la forma como interactuamos, trabajamos y socializamos; el 2021 fue el de la vacunación y este 2022 es el de la recuperación incipiente, con aprendizajes y daños colaterales que impactan la cultura laboral. Ahora más que nunca es necesario considerar tanto la sostenibilidad del negocio como las necesidades de los empleados”, sostiene Héctor Ochomogo, psiquiatra y coach empresarial.
La creación de lugares de trabajo sostenibles y saludables empieza por la escucha activa de las expectativas de los colaboradores para que todos, en cualquier nivel, se sientan cómodos y libres de mostrarse como son, motivados a desarrollar en pleno sus habilidades y empoderados para cumplir con eficacia su función. Aplica tanto para los formatos 100% presenciales como para los híbridos y remotos.
Las tendencias indican que las personas cada día valoran más que sus organizaciones tengan un propósito con el que se puedan identificar, integración tecnológica y políticas holísticas que garanticen desde respeto a los derechos básicos, la desconexión, la diversidad y relaciones satisfactorias entre compañeros hasta flexibilidad, gestión del estrés, formación complementaria y opciones de ascenso. Todo esto con salvaguarda de la salud física y mental y del equilibrio vida-trabajo.
Esto es especialmente cierto para atraer y retener a las generaciones de millennials y centennials para las que el dinero no lo es todo y para competir en un mundo en transformación, marcado por la innovación tecnológica, otras formas de conexión, mayor peso del trabajo remoto o híbrido y horarios no convencionales.
“En el proceso, las auditorías internas se vuelven herramientas muy enriquecedoras para tener noción del nivel real de conformidad del talento. Si conocemos nuestros puntos débiles, los podemos evaluar y enfocar los esfuerzos para lograr mejoras”, afirma Carolina González, consultora asociada de TAMA Adv.
El peso del bienestar inte- gral
Cifras de la Organización Mundial de la Salud estiman que 264 millones de personas en el planeta padecen de depresión, convertida en la principal causa de discapacidad laboral y social. Las pérdidas en productividad por el deterioro de la salud mental de los empleados también son significativas: US$1 billón, aproximadamente.
La pandemia ha agudizado el problema, debido a situaciones que añaden al estrés en el hogar y en el ámbito laboral. Una muestra: 66% de los participantes en un estudio llevado a cabo en Estados Unidos por Mind Share Partners reportaron por lo menos un síntoma de alguna condición psíquica o emocional en este periodo. La cifra no sorprende y se considera representativa para la región, debido a los micro disparadores que se vislumbraron del 2020 al 2022 y apoya la noción de que ese tipo de patologías nos afectan a todos con regularidad.
Por eso, dicha organización no lucrativa y los especialistas hacen un llamado a cambiar la narrativa de salud mental en espacios laborales para que tanto las empresas como sus empleados puedan sobresalir, reconociendo que es hora de derribar estigmas y de crear nuevos abordajes que eviten el síndrome de burnout (agotamiento físico y emocional), hacia el que peligrosamente camina buena parte del talento y que suele terminar en deserciones o despidos.
“Es importante entender que la inversión en el cuidado de la salud mental del trabajador se autopaga con creces. Se calcula que por cada US$1 asignado al abordaje de las condiciones mentales comunes, se obtiene un retorno de US$4 en salud general y productividad de los empleados”, enfatiza Ochomogo.
Así, en medio de la disrupción y el trauma, nace un resquicio de esperanza: la sensibilización ante este tipo de temas y el redoblado compromiso de los empleadores por mantener a su personal motivado y sano, con miras al sostén mismo de los negocios y al aumento de la rentabilidad.
Consejos para mejorar el ambiente laboral
1 Hacer de la ergonomía una prioridad. Ya sea en la oficina o en las casas, los empleados necesitan espacios con buena iluminación, sillas que brinden una buena postura y un ambiente tranquilo para concentrarse.
2 Crear metas para «dejar de hacer». ¿Qué pasaría si cada empleado tuviera que establecer un objetivo sobre algo que deseara dejar de hacer? Es muy útil para cambiar la actitud y el comportamiento.
3 Planear comidas más saludables patrocinadas por la compañía. A todos les encantan las pizzas y las donas en las reuniones de oficina, pero una ensalada o un lunch saludable enviaría un mejor mensaje nutricional.
4 Promover el sueño. Un galopante porcentaje de personas sufren trastornos de sueño o no puede dormir lo suficiente, a lo cual se asocian accidentes de conducción, obesidad y malas conductas que se podrían evitar.
5 Ofrecer cursos de manejo de estrés y gestión del tiempo. Incluso se puede accesar a clases gratuitas que se ofrecen en redes sobre cómo crear una rutina perfecta.
6 Practicar mindfulness (conciencia plena). Gastar 10 minutos al día en meditaciones cambia sutilmente la forma en que se reacciona a todo.
7 Reconocer a los colaboradores por su trabajo y logros. En general, a las personas les gusta saber lo que hacen bien. Es reconfortante y afirmativo.
8 Tener reuniones de «caminar». En lugar de tener una conversación con un colega en una sala de conferencias, pueden hablar mientras realizan una caminata. Así la reunión es más rápida y se hace un poco de ejercicio.
9 Proporcionar horarios de trabajo flexibles. Cuando ocurren emergencias, los empleados quieren saber que la compañía puede sentir empatía y darles espacio para que administren su tiempo a conveniencia.
10 Demostrar el uso efectivo de la tecnología y empoderar con ella al equipo. Los gerentes deben modelar la etiqueta tecnológica que quieren ver de los demás y facilitar que cada quien experimente, explore y mejore sus procesos con las soluciones emergentes y los datos.
