Visa ha invertido más de USD 9 mil millones en aumentar la ciberseguridad y reducir el fraude, en los últimos cinco años.
Por Revista Summa
La pandemia de COVID-19 cambió totalmente muchos de los supuestos acerca de cómo, dónde y cuándo las personas trabajan, compran y se recrean. De acuerdo con Digital Commerce 360, desde el inicio de la pandemia a finales de 2019, el volumen de transacciones de comercio electrónico ha crecido más del 50.5%, mientras que los pagos de persona a persona en nuestra red se han más que duplicado y las suscripciones a servicios de streaming digital alcanzaron el hito de mil millones de suscripciones.
El común denominador en casi todos los cambios de comportamiento en la post-pandemia es la importancia creciente de los pagos digitales. Dicho de otra manera, el movimiento seguro, confiable y rápido de dinero digital entre personas, empresas y gobiernos es el motor que impulsa la economía global actual, incluyendo todo desde descargas digitales de USD 0,40 hasta transacciones corporativas internacionales de USD 4 millones. Garantizar que se puedan comprar medicinas para salvar vidas o que los gobiernos puedan distribuir ayuda económica durante la pandemia de manera eficiente recae mayormente en redes como Visa, con la tecnología, la experiencia y las alianzas necesarias.
Decir que la tarea de proteger el movimiento global de dinero es compleja sería subestimar esta labor, especialmente ahora. Desafortunadamente, las organizaciones delictivas vieron la pandemia como una oportunidad de oro para explotar las vulnerabilidades humanas y técnicas. En cuanto a la fragilidad humana, por ejemplo, el 78% de las personas que reciben enlaces (links) no solicitados hacen clic en ellos[1], mientras que el 51% de la gente admitió usar la misma contraseña para casi todas sus actividades en línea[2]. Mientras tanto, el 81% de las organizaciones globales experimentó un aumento en las amenazas cibernéticas y el 79% tuvo tiempos de inactividad del sistema debido a un incidente cibernético durante un período de máxima actividad[3].
“Hay mucho foco hoy en día en las innovaciones en pagos digitales, como los pagos sin contacto y las criptomonedas, y lo que suele llamar menos la atención son los productos y servicios que garantizan que cualquiera de estas nuevas formas de movimiento de dinero sean seguras y confiables”, dice Eduardo Pérez, director regional de Riesgos de Visa, América Latina y el Caribe. “Pero estas plataformas de ciberseguridad son fundamentales para el ecosistema, y todo lo que ocurre en Visa detrás de bastidores en este ámbito es realmente excepcional», añade Pérez.
Ciberseguridad de vanguardia y de múltiples capas
Vemos la ciberseguridad desde dos perspectivas, la de proteger los activos de Visa y la de ofrecer a clientes y socios capas de defensa y ofensa proactivas. Por ejemplo, Visa cuenta con más de 1,000 especialistas en ciberseguridad a tiempo completo que usan el procesamiento natural para analizar petabytes de datos que les permiten proteger la red de Visa contra malware, ataques de día cero y amenazas internas. Al agregar otra capa, los modelos de machine learning predicen y corrigen los puntos probablemente más vulnerables de la red. Del lado del cliente, el equipo de seguridad de Visa monitorea, escanea y revisa los sistemas de los clientes para detectar la presencia de actividades sospechosas y vulnerabilidades.
Parte del trabajo ciberseguridad, como los intentos de piratería ética que realizan los ingenieros de nuestro equipo interno o las triangulaciones de intentos de fraude, direcciones IP y datos de GPS para atrapar delincuentes, no serían extrañas de verse en una película de Jason Bourne. Solamente las pruebas de vulnerabilidad han ahorrado a los clientes unos USD 31 millones en fraudes evitados durante el año fiscal 2021. Otras tareas como resolver incidentes entrantes de clientes, son menos impresionantes, pero no menos importantes. En una oportunidad, Visa ayudó a prevenir un posible fraude de cliente por aproximadamente USD2,2 mil millones utilizando la herramienta Visa Account Intelligence, que emplea inteligencia artificial (IA) y machine learning para detectar el fraude antes de que ocurra.
Prevención del fraude con el poder de la IA
Cuando se trata de combatir el fraude, los datos son el recurso más preciado. Debido a la amplia red global de Visa, tenemos más datos que los competidores y los usamos e implementamos para reducir el fraude. Pero no se trata solo del volumen, la calidad y la manera en que se utilizan. En los últimos cinco años, la compañía ha invertido más de USD 9 mil millones en aumentar la ciberseguridad y reducir el fraude. Además, con una inversión de USD 500 millones en IA e infraestructura de datos, Visa puede por ejemplo potenciar más de 60 capacidades diferentes de IA que pueden automatizar gran parte del trabajo pesado en detectar el fraude, lo cual implica una tarea que requiere mucho tiempo y que muchos clientes están haciendo hoy de forma manual.
Solo un servicio, Visa Advanced Authorization, ayudó a prevenir un fraude estimado de alrededor de USD 26 mil millones en 2021. La otra parte de la prevención de fraude es reducir al mínimo las falsas denegaciones por parte de los clientes. Para ello, Visa aplica las últimas técnicas de aprendizaje profundo para reducir las denegaciones erróneas hasta en un 30%.
Protección de 360 grados con herramientas de autenticación de avanzada
Ahora que la mayor parte de la actividad financiera ocurre en la nube, es fundamental que los datos de los clientes estén protegidos en todos los lugares en que ocurran las transacciones. La autenticación 2.0 (el futuro de la protección del consumidor) está anclada en tokens, proyecto pionero de Visa, que reduce el riesgo de robo de identidad al reemplazar la información del tarjetahabiente por un identificador único para una transacción específica. La tokenización aumentó un 60% año tras año y llevó a un incremento del 2,5% en las tasas de aprobación y una reducción del 28% en los índices de fraude. Visa también introdujo su Marco de Tokens en la Nube (Cloud Token Framework), diseñado para mejorar la seguridad y aumentar las tasas de aprobación de las transacciones en ambiente de tarjeta no presente en múltiples dispositivos y experiencias de pago. En Europa, el uso de la nueva tecnología de autenticación de Visa, EMV 3DS, se triplicó desde comienzos de 2021, lo que coincidió con la reducción del fraude en el ambiente de tarjeta no presente en un 28%, y a medida que se siga adoptando, Visa prevé una reducción similar a nivel mundial. Esto es tan importante para las actividades comerciales como lo es para la confianza, dado que el 89% de los tarjetahabientes abandona o reduce el uso de sus credenciales tras un evento de fraude.
Como motor fundamental del comercio global, el compromiso absoluto de Visa con la seguridad ha dado lugar a nuevas innovaciones para impulsar el futuro de monedas digitales de confianza, una transacción a la vez.