Un esfuerzo del IIP UCR brinda orientación sobre cómo identificarla y desenmascararla.
Por Revista Summa
Si usted cree todo lo que se publica en medios digitales, redes sociales o aplicaciones de mensajería como WhatsApp, aunque tenga características de contener información falsa, no verificada, descontextualiza o incompleta, sus decisiones serán erróneas. ¡No se deje manipular y aprenda a verificar los datos! Precisamente, ese es el objetivo principal de la Guía de Estrategias para Reducir la Desinformación, elaborada por un equipo de especialistas del Instituto de Investigaciones Psicológicas de la Universidad de Costa Rica (IIP UCR). Parten de que estamos en una época en la que gracias a la internet tenemos las noticias al alcance de la mano. A solo un clic de distancia, podemos tener acceso constante a información actualizada que nos permite estar enterados de lo que sucede en nuestra comunidad, nuestra provincia, en el país y en el resto del mundo. No obstante, también existe un grave problema: ¿cómo determinar qué de todos esos datos que leemos, escuchamos y vemos durante el día es cierto y qué no lo es?
De ahí el esfuerzo del equipo de la IIP UCR por entender desde la Psicología Social las condiciones bajo las cuales las personas tienden a aceptar y compartir mensajes desinformativos para así proporcionar herramientas que bajo esa misma óptica ayuden a reducir los nocivos efectos de su propagación y a desarrollar “anticuerpos” ante un arma con un poder impresionante, que influye en la opinión pública y puede hacer que una mentira se vuelva verdad, después de que se haya repetido una y otra vez en las redes sociales o en las noticias.
4 ESTRATEGIAS PARA REDUCIR LA DESINFORMACIÓN
Mensajes de precisión: Invitan a prestar atención y a utilizar su conocimiento para evaluar la veracidad de un contenido. Buscar información sobre el medio que publica la noticia, sospechar de los titulares sensacionalistas, leer la totalidad de la información, detectar lenguaje peyorativo, ofensivo o discriminatorio y comprobar que la información tenga autoría y fecha son parte de las conductas requeridas.
Inoculación y fricción: Son estrategias preventivas que ayudan a reconocer y resistir la desinformación en redes sociales, promoviendo una reflexión crítica antes de compartir contenido. Requiere de hacer un diagnóstico inicial para determinar el nivel de alfabetización mediática de la audiencia; mostrar ejemplos leves de desinformación, con una aclaración posterior sobre cuál es la información verdadera para que aprenda a identificar, evaluar y contrarrestar las falsedades; capacitar en verificación de datos, análisis crítico y detección de sesgos; usar pensamiento crítico y monitorear los resultado para llegar a nuevas audiencias.
Intervenciones basadas en normas sociales: Motivan a actuar de forma responsable en los grupo en redes y de mensajería, conforme a valores éticos y los comportamientos aceptados por la mayoría, así como a denunciar contenidos que considere inapropiados, incorrectos o dañinos para frenar su diseminación.
Estrategias de alfabetización mediática: Enseñan habilidades y destrezas para acceder, seleccionar, analizar, evaluar y cotejar mensajes en una variedad de contextos. La idea es asegúrese de que el mensaje proviene de una página o una persona confiable; explorar si el mensaje ha sido publicado por otros medios de comunicación o fuentes confiables, identificar la fuente y tener una actitud crítica ante el mensaje, su intención y los comentarios generados.
¿A QUIÉNES BENEFICIA ESTE ESFUERZODEL IIPUCR?
- La guía se puede consultar o descargar de forma gratuita y representa un insumo fundamental para el quehacer de profesionales de varias áreas y el público en general. En especial:
- Profesores de colegios públicos y privados
- Profesionales de la comunicación y personal de los medios informativos
- Encargados de plataformas informativas Administradores de redes Instancias ligadas a la gestión de las redes sociales
Todas las personas que sean responsables del intercambio comunicativo que permite Internet.
TIPOS DE DESINFORMACIÓN
Contenido engañoso: Utilizar información de manera parcial. Se presenta solo cierta información y se deja por fuera otra, o bien, se emplean argumentos falaces, con el objetivo de que las personas concluyan algo erróneo.
Contenido impostor: Se crea y utiliza un perfil o usuario falso para hacerse pasar por otra fuente, ya sea una persona, grupo o institución. De esa manera, se genera el engaño de que esa fuente comunica cierta información cuando en verdad no lo ha hecho.
Contenido conspirativo: Las pseudo teorías suponen hechos sin evidencia que no pueden ser contrastadas con pruebas. Sugieren que grupos de personas poderosas buscan controlar o manipular a las personas para establecer un nuevo orden mundial. Para sostenerse, estas pseudo teorías recurren a otros tipos de desinformación.
Contenido fabricado: Texto, imágenes o videos completamente falsos que han sido creados, editados o manipulados con el propósito de engañar y dañar.
LOS AUTORES DE LA GUÍA
1 Dr.Rolando Pérez Sánchez, experto en psicología de los usos y efectos de las tecnologías de la información y la comunicación.
2Dr.Carlos Brenes Peralta, especialista en psicología social de los usos y efectos de las TICs, recepción y efectos de la desinformación y noticias falsas y en psicología de la comunicación política.
3Dra.Vanessa Smith Castro, especialista en cogniciones sociales, relaciones intergrupales, identidad étnica, aculturación, y psicología social de la salud.
4 Dr.Mauricio Molina Delgado, experto en psicología cognitiva y filosofía de la mente.

