Harris defendió además que su Gobierno quiere «expandir las vías legales para la inmigración» a Estados Unidos, y por eso presiona al Congreso para que apruebe una reforma migratoria.
Por EFE
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, matizó este jueves el duro mensaje que envió a los posibles migrantes durante su viaje de esta semana a Guatemala y México, al asegurar que está «comprometida» con garantizar que su país sea un «refugio» para quienes buscan asilo.
«Permítame ser muy clara. Estoy comprometida con garantizar que Estados Unidos proporcione un refugio seguro para quienes buscan asilo. Punto», subrayó Harris en una entrevista exclusiva con Efe tras regresar de su primer viaje internacional.
Harris reaccionó así a las críticas que ha recibido de su propio partido esta semana, incluido de la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, por haber exhortado a los habitantes del Triángulo Norte de Centroamérica a que «no vengan» a Estados Unidos.
Ese mensaje, que fue acompañado de una advertencia de que se les expulsaría si llegaban a la frontera, generó alarma entre políticos y expertos en derechos humanos, quienes recordaron que Estados Unidos tiene un compromiso bajo sus propias leyes y las internacionales de tramitar las peticiones de asilo de quienes llegan a su territorio.
En su conversación telefónica con Efe, Harris defendió además que su Gobierno quiere «expandir las vías legales para la inmigración» a Estados Unidos, y por eso presiona al Congreso para que apruebe una reforma migratoria.
«También estamos reconstruyendo nuestro sistema migratorio, deteriorado bajo la última Administración, pero además debemos hacer frente a las causas de raíz de la migración, y por eso viajé a Guatemala y a México», afirmó.
La vicepresidenta no ahondó en las contradicciones entre su mensaje sobre un Estados Unidos acogedor y otro al que los indocumentados no deberían venir, y recordó que su misión es la diplomática con los países vecinos, no la gestión de la frontera con México.
Además, argumentó que el Gobierno que encabeza junto al presidente Joe Biden no está «ignorando» a Honduras y El Salvador, dos países que ella no incluyó en su gira de esta semana, pero reconoció que esas naciones tienen «problemas» de corrupción.