Esta caravana levanta presión hacia la Cumbre de las Américas, que se realiza del 6 al 10 de junio en Estados Unidos y que busca un acuerdo regional en política migratoria.
Por EFE
Una inédita caravana de cerca de 15.000 migrantes, la más numerosa hasta ahora, partió este lunes de Chiapas, en la frontera sur de México, rumbo a Estados Unidos, con el trasfondo de la Cumbre de las Américas, que empieza hoy con la migración como prioridad.
Los extranjeros, en su mayoría venezolanos, centroamericanos y africanos, buscan como primer destino una nueva oficina del Instituto Nacional de Migración (INM) en la que puedan regularizar su situación en México, porque en Tapachula no consiguen visas humanitarias.
Bajo una fuerte lluvia, cubiertos con paraguas, cartones, bolsas, impermeables y toallas, emprendieron el viaje a las 06.30 horas (11.30 GMT), sin importar la adversidad del clima.
En un primer avance, caminaron más de 8 kilómetros, por lo que ya pasaron el primer retén migratorio donde estaban algunos agentes de la Guardia Nacional (GN) y el INM, que se limitaron a observar el avance del contingente.
El director del Centro de Dignificación Humana, Luis Rey García Villagrán, expuso que en total hay más de 5.000 familias, incluyendo a cerca de 93 mujeres embarazadas y 3.000 niños.
«Es necesario que esta crisis migratoria se atienda conforme a la ley, visas humanitarias por un año, inmediatamente, que sean válidas en territorio nacional», declaró a Efe García Villagrán, activista conocido por acompañar y defender las caravanas de migrantes.
ATRAPADOS EN EL SUR DE MÉXICO
John Romero, migrante de Venezuela, indicó en una entrevista que buscan la visa humanitaria que han prometido las autoridades mexicanas en el pasado, pero no hubo respuesta.
En su lugar, les dieron una cita para dentro de tres meses, lo que los obligó, según el migrante, a salir rumbo al norte de México, porque la policía los lleva presos y los deporta a Guatemala.
«Nosotros no queremos quedarnos en México, lo que queremos es salir, por eso vamos con todo caminando», manifestó.
UNA PRESIÓN PARA LA CUMBRE DE LAS AMÉRICAS
Esta caravana levanta presión hacia la Cumbre de las Américas, que se realiza del 6 al 10 de junio en Estados Unidos y que busca un acuerdo regional en política migratoria.
Al grito de «¡Libertad, libertad, somos migrantes, no delincuentes!», los extranjeros salieron con maletas, botellones de agua y la esperanza de no ser detenidos y avanzar en este nuevo movimiento.
Adrián Castillo, otro connacional de Venezuela, señaló que han decidido salir marchando para visibilizar que todos los migrantes necesitan salir de Tapachula.
«Que nos presten la colaboración posible para que sigamos, ya que todos queremos ir a Norteamérica para cambiar nuestro estilo de vida», contó.
La caravana de migrantes planeaba avanzar esta jornada al menos unos 18 kilómetros.
De momento, ninguna autoridad federal ha buscado a los migrantes para poder atender la caravana.
Anteriormente, habían salido en grupo unos 500 extranjeros, pero esta caravana ha avanzado con miles de personas que se congregaron los últimos días.
La caravana refleja el flujo migratorio récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) detectó a más de 1,7 millones de indocumentados en la frontera con México en el año fiscal 2021, que terminó el 30 de septiembre.
El Gobierno mexicano reportó este fin de semana un incremento de 89 % interanual en el número de migrantes presentados o canalizados por la autoridad migratoria en el primer trimestre de 2022, al sumar 77.626 de enero a marzo.
México deportó a más de 114.000 extranjeros en 2021, de acuerdo con datos de la Unidad de Política Migratoria, cifras no vistas en casi 15 años, mientras que en el año fiscal 2022, que arrancó el 1 de octubre de 2021, la CBP ha contabilizado más de un millón de migrantes interceptados en la frontera sur estadounidense.